
El anuncio de Merkel y Macron de un fondo de reconstrucción de 500.000 millones de euros está suponiendo un alivio para la deuda periférica. La rentabilidad del bono español a diez años cae al 0,71% después de cerrar ayer sobre el 0,8%. Es la mayor caída en casi dos meses y sitúa a la prima de riesgo por debajo de los 120 puntos básicos, algo que no sucedía desde el pasado 14 de abril. La novedad más importante que supone el plan de Alemania y Francia es que el BCE ya no está solo para evitar un desmadre en las rentabilidades de la deuda europea que termine en una nueva crisis financiera.
Tras la iniciativa de Berlín y París, los inversores desde primera hora están apostando por comprar deuda periférica. Este movimiento se refleja en un descenso en las rentabilidades de España, Italia, Portugal y Grecia y sus primas de riesgo. El capital ha aceptado la invitación de asumir riesgos en la renta fija. El dinero está saliendo del bund alemán, la deuda considerada más segura del Viejo Continente. El rendimiento ha llegado a subir hasta el -0,46%.
"El fondo tiene el potencial de brindar un apoyo tangible a los mercados de bonos periféricos en particular y respaldaría nuestra demanda de bonos corporativos de baja calificación gracias a su impacto positivo en las perspectivas de crecimiento a mediano plazo", señalan los analistas de Berenberg. La propuesta pivota sobre deuda compartida entre los estados miembros con emisiones conjuntas, algo que venían reclamando países como España e Italia.
Pero la deuda periférica no es la única que se está beneficiando de esta situación. Los bonos galos a diez años se sitúan claramente en terreno negativo al situarse en el -0,032. Ayer rozaba el terreno positivo. Al cierre de las bolsas europeas se situaba sobre el -0,019%Por su parte el bono luso cae al 0,75%, el irlandés desciende por debajo del 0,1% y el griego el baja al 1,84%. La deuda italiana también experimenta una mejora, aunque mucho menor que el resto de referencias. El interés cerró en el 1,7% y hoy se sitúa sobre el 1,63%.
Para muchos analistas, la iniciativa de Francia y Alemania, que todavía tiene que ser aprobado por el resto de socios, supone un gran apoyo a la deuda europea más allá de la cifra. El BCE estará de dejar de estar solo en el cometido de evitar una nueva crisis de deuda. El anuncio se produce pocas semanas después de que el Tribunal Constitucional alemán cuestionara el programa de compras de deuda del BCE. En cierto modo, los jueces alemanes criticaban al banco central por pisar el terreno de la política fiscal. Berlín y París han dado el primer paso para una unión fiscal y cerrar futuros debates.