
El Tesoro Público revisó este jueves el programa de emisiones de 2019 y aprovechó para presumir de "la fuerte demanda", según la describe Elena Aparicio, directora general de la institución, que existe sobre la deuda de España, hasta afirmar que no ve "obstáculos, ni psicológicos ni de mercado" para que el interés del bono con vencimiento a 10 años entre en negativo. Entre los socios de la eurozona, los inversores pagan por financiar a Alemania y Francia en ese plazo desde hace meses, y ya lo hacen también en todos los vencimientos inferiores de España.
"Vemos que es posible y más en base a lo que pueda hacer el Banco Central Europeo (BCE)", insiste Elena Aparicio. El interés que se exige al bono de referencia en el mercado secundario ha caído 150 puntos básicos desde el máximo que registró en octubre de 2018, ligeramente por encima del 1,72%. Ahora se sitúa en el 0,2% pero llegó a hundirse en el 0,03% el 15 de agosto, su mínimo histórico.
Un recorte que ha llevado el coste medio de la deuda que soporta el país al suelo del 2,29%, lo que la propia ministra de Economía, Nadia Calviño, adelantó este mismo jueves que supondrá este año un ahorro de 2.300 millones de euros para el Estado, al reducir la carga de intereses sobre el PIB al 2%, "frente al 2,82% hasta al que se fue en 2014", según recalca la directora general del Tesoro.
En estas inmejorables condiciones de financiación, la institución pública ha tomado una decisión aparentemente contradictoria: reducir el objetivo de emisiones, desde los 35.000 millones que se fijó enero a los 20.000 millones actuales. Esta cifra está un 40% por debajo respecto a los 34.277 millones de 2018, cuando el coste medio fue del 0,64%, frente al 0,37% actual. Todavía es más discutible si se tiene en cuenta que según esta nueva meta, el grado de ejecución se va ya al 75,6%.
"Las agencias de 'rating' están teniendo en cuenta varios factores para ser prudentes en general: las tensiones internacionales y cómo se están comportando las grandes economías de nuestro entorno ante las incertidumbres"
"No es una decisión ineficiente", explica Elena Aparicio, quien reconoce que "es cierto que están bajando los tipos de interés y que se puede pensar: 'oye, aprovéchate y emite más', sin embargo nuestro primer objetivo es reducir la deuda pública con una cartera con una vida más larga, cosa que ya tenemos, y en todo caso hay que ir financiando lo que realmente se necesita, y no más".

Lo que no espera el Tesoro Público es que las agencias de rating mejoren las calificaciones que emiten sobre la deuda española este otoño. "Valoran los fundamentales, valoran el esfuerzo y valoran que estamos en una posición mejor, no obstante, aquí sí que juega en nuestra contra la inestabilidad política", comenta la directora general del Tesoro, quien confiesa que "las agencias están teniendo en cuenta varios factores para ser prudentes en general: las tensiones internacionales y cómo se están comportando las grandes economías de nuestro entorno ante las incertidumbres".
Una estrategia a largo plazo
"Acaparar dinero simplemente porque los tipos están bajos no es eficiente: hay que recordar que aunque estén ahora bajos lo que hay que ir pagando año a año es la deuda que se emitió anteriormente con tipos mucho más elevados -el máximo se alcanzó en 2012 sobre el 7,5% para los bonos a 10 años-, con lo cual reducir la deuda nos ayudará a reducir esos intereses que hay que pagar más adelante", continúa Elena Aparicio.
Desde la institución insisten en que reducir el objetivo de emisiones, principalmente en el medio y en el largo plazo, no responde a que se espere una menor demanda. Todo lo contrario: "Nos comparan con países semi core al estar creciendo por encima de los socios europeos y esto es muy positivo para nosotros, ya que atraemos a inversores de calidad -los asiáticos superaron el 10% de la emisión a 10 años de junio al considerar a España una alternativa a los intereses negativos de Alemania o Francia-, que compran bonos para dejarlos en cartera, lo que quiere decir que nuestra deuda no será tan volátil como, por ejemplo, Italia, y eso nos va a beneficiar".
Sobre Italia, que en las últimas semanas ha acaparado buena parte de las compras de deuda soberana ante la inminente formación de un gobierno sin la participación de la La Liga de Matteo Salvini, Elena Aparicio considera que "no va a robar demanda a España" porque todavía "estamos muy separados, aunque si hace reformas estructurales y se compromete con la consolidación fiscal será un soberano más que entre a jugar en la liga en la que juega España, pero ahora no lo vemos".