
Incluso tras la súbita relajación del interés que se exige a la deuda de Italia de las tres últimas semanas –hasta mínimos históricos–, los expertos advierten que los bonos del país aún ofrecen las rentabilidades más altas entre sus comparables de la eurozona y coinciden en que una mayor demanda se sostendrá mientras se siga avanzando hacia un gobierno obediente a la Unión Europea sin la participación de La Liga del polémico Matteo Salvini.
El matrimonio de conveniencia entre el Partido Demócrata y el Movimiento Cinco Estrellas –oficiado por el presidente Sergio Mattarella y el llamado a repetir como primer ministro Giuseppe Conte– ha reconciliado a Italia con el mercado, que ahora se muestra proclive a perdonar la especial debilidad de la tercera economía de la eurozona y su elevado endeudamiento, aunque el sí quiero definitivo de la formación populista podría no llegar, propiciando unas nuevas elecciones.
Según se aleja el riesgo euroescéptico, los inversores pierden el pudor respecto al país y así han acelerado recientemente el rally vivido previamente por las deudas de Alemania, Francia, Portugal o de España, en un contexto de desaceleración global en el que, desde finales de 2018, ha urgido la búsqueda de refugio (las compras de bonos incrementan el precio y reducen el interés), alimentada en los últimos meses por las expectativas de un nuevo programa de adquisición de activos por parte del BCE.
"La Comisión Europea se mostrará más abierta a establecer un margen fiscal más flexible para evitar otra crisis política en Italia (que beneficiaría a La Liga) y enviar un mensaje de que la cooperación con las instituciones del club comunitario tiene recompensa", apunta el equipo de analistas de Barclays, que considera que "los inversores mantendrán el sentimiento constructivo".
Barclays: "La CE será más flexible para evitar otra crisis política en Italia y enviar un mensaje de que la cooperación con las instituciones del club comunitario tiene recompensa"
El bono con vencimiento a 10 años del país mediterráneo se ha relajado 80 puntos básicos en las últimas 15 sesiones. A más largo plazo, la caída del interés de la referencia es ya de 270 enteros desde el 3,7% que alcanzó en octubre del año pasado, cuando el enfrentamiento entre el anterior ejecutivo y el establishment europeo a cuenta del déficit presupuestario registró el pico de tensión.
ING lanza una previsión concreta para el nuevo amanecer de Italia: "Si el mercado conserva una visión muy optimista sobre las perspectivas de la coalición de gobierno actual, la rentabilidad de la deuda de referencia podría alcanzar el 0,60%". Por su parte, uno de los bancos más importantes del país, Unicredit, reconoce que "si bien un 50% de este escenario se había descontado, la confirmación definitiva extenderá la demanda de deuda y la prima de riesgo con Alemania podría caer hasta los 150 puntos".
La prima de riesgo, en mínimos previos al gobierno euroescéptico
De momento, el diferencial entre lo que el mercado exige a Italia y a Alemania se ha reducido hasta los 170 enteros, mínimos de mayo de 2018, exactamente de antes de que se formara el gobierno euroescéptico. Esta brecha se ha quedado en los 80 puntos básicos respecto a España, desde los 200 en los que hizo máximos en 2018.
La reacción del mercado se ha apoyado en la reconocida intención de Conte de evitar otro amargo pulso con la Comisión Europea y las consecuencias son buenas para el país, ya que "podría ahorrarle más del 1% del PIB en intereses", según calcula Frederik Ducrozet, estratega de Pictet WM, y también para los bancos, aseguradores y gestoras de la eurozona que acumulan mayores cantidades de deuda italiana, como es el caso de las principales entidades nacionales y de algunas españolas, como Banco Santander, Caixabank o Ibercaja. Entre los productos de inversión más expuestos a los bonos italianos que se comercializan en España y en euros –y mejor valorados por Morningstar–, se encuentran la familia Generali IS Euro Bond, el Macquarie Euro Government Bd I EUR dist, el NB Euro Bond o el Deutsche MAG FI EUR Sovereigns EUR I.
Los riesgos pasan por una vuelta a la incertidumbre política que haga recordar al mercado que sobre Italia pesa una deuda total que supera el 130% del PIB y que recibe unas calificaciones por parte de las agencias de calificación que apenas se encuentran a entre uno y dos escalones del límite con el bono basura. O que se agrave el fuerte frenazo de su economía, que llegó a entrar en recesión técnica en enero.