Madrid.
El diferencial entre el interés que el mercado exige a la deuda con vencimiento a 10 años de Italia y el que tiene que asumir España por la misma referencia se sitúa en mínimos de mayo de 2018, exactamente de antes de que se formara el gobierno euroescéptico de La Liga y el Movimiento Cinco Estrellas. Esta brecha se queda por debajo 100 puntos básicos tras relajarse súbitamente el bono italiano en solo 20 días por el nuevo ejecutivo sin la participación del partido de ultraderecha que lidera el polémico Mateo Salvini.
El interés de la deuda de Italia ha caído 80 enteros, hasta el 1%, desde que el 9 de agosto se viviera el pico de tensión de la crisis de gobernabilidad desatada por el conflicto migratorio, que culminó con la dimisión del presidente Giuseppe Conte el día 20. Un movimiento que ha dejado fuera de juego a La Liga y que escribió el punto final al ejecutivo en coalición con el Movimiento Cinco Estrellas, cuyo enfrentamiento con la Comisión Europea (CE) llevó al bono a 10 años del país al 3,7% en octubre del año pasado, mientras el resto de referencias de la eurozona tomaban rumbo a mínimos históricos.
El diferencial con España llegó a ampliarse hasta los 200 puntos básicos el 24 de aquel mes, en el que Italia inició un pulso con el establishment de la Unión Europea a cuenta del déficit. Un conflicto que llevó a la Comisión a amenazar al país mediterráneo con expedientarlo si no ajustaba sus presupuestos a los objetivos del club comunitario. El desafío se mantuvo intermitentemente durante los siguientes meses y la presión del mercado se fue reduciendo solo lentamente, mientras se desataba una inesperada voracidad por la deuda de Alemania, Francia, Portugal o incluso de una España sin presupuestos ni gobierno pero que está mostrando una especial resistencia para sostener el crecimiento económico en un contexto de debilidad global.
Los bonos italianos se perdieron ese rally (las compras incrementan el precio y reducen el interés), pero han acelerado con ímpetu en los últimos días, estrechando la histórica brecha abierta por España. También se ha reducido la prima de riesgo -el diferencial con Alemania- a mínimos previos a la formación del gobierno euroescéptico, quedándose en 170 puntos.
Al margen de la inestabilidad política, sobre Italia pesa un endeudamiento que supera el 130% del PIB y el fuerte frenazo de su economía, que llegó a entrar en recesión técnica en enero. Sin embargo, no deberían ser obstáculos para que la demanda se intensifique ante el páramo de rentabilidad en el que se ha convertido la deuda soberana de la eurozona.
Uno de los bancos más importantes del país, Unicredit, reconoció este miércoles que las compras de bonos italianos continuarían si se cerraba el acuerdo de gobierno entre el Partido Demócrata y el Movimiento Cinco Estrellas, como finalmente ocurrió. "Si bien un 50% de este escenario ya ha cotizado en mercado, la confirmación definitiva extenderá la demanda de deuda y la prima de riesgo con Alemania podría caer hasta los 150 puntos", explica el equipo de estrategas de la entidad financiera.
