La vieja Operación Chamartín será en esta legislatura una de las prioridades de la política municipal del nuevo alcalde de Madrid, el popular José Luis Martínez-Almeida. Conocido actualmente como Plan de Madrid Nuevo Norte, el regidor de la capital de España ya ha declarado su intención de llevar a pleno este proyecto en el menor tiempo posible, una vez superados los trámites administrativos de rigor.
El propósito del flamante alcalde de Madrid -además de supervisar este plan de manera personal- es que dicho proyecto reciba el beneplácito necesario del Ayuntamiento y comience de inmediato su andadura, un camino que será largo y que se encontró con el rechazo del anterior equipo municipal regido por Manuela Carmena.
La entonces alcaldesa abortó la Operación Chamartín en los últimos días de su mandato, aun teniendo el informe favorable de impacto medioambiental expedido por la Comunidad de Madrid. Carmena no quiso someter a pleno la votación del plan, escondiendo la falta de apoyos dentro de su propio partido y del Partido Socialista, con una reunión informal que en ningún caso tenía la equivalencia del pleno, como correspondía para sacar adelante el plan urbanístico del distrito de Castellana Norte.
Después de más de dos décadas, Almeida retoma una iniciativa que arrancó en el año 1993 con Josep Borrell, por entonces ministro de Obras Públicas, y que a punto estuvo de aprobarse con Ana Botella, quedando paralizada con la llegada de Manuela Carmena y Ahora-Madrid, formación de la que prácticamente la mitad de sus concejales era contraria a la operación, al considerarla meramente urbanística.
Madrid Nuevo Norte, que será uno de los proyectos urbanísticos más importantes de la capital, inicialmente contempla la articulación del principal eje de la ciudad, que se extiende hasta el Pardo; recupera zonas de Adif, anexas a la Estación de Chamartín, y abarca zonas verdes, de viviendas, zona comercial y centro de actividad económico empresarial, con conexión a barrios históricos aislados mediante túneles y puentes, con tres nuevas estaciones de metro, más líneas de autobús y hasta una de cercanías.
A priori, Ciudadanos será el encargado del desempeño de esta operación -que como es natural experimentará varias modificaciones-, ya que la Concejalía de Desarrollo Urbanístico ha recaído sobre la formación naranja. El sustituto de Manuel Calvo al frente de esta área será Mariano Fuentes, aparejador y asesor de Cs y miembro del Colegio de Aparejadores de Madrid.
No obstante, el regidor popular ha puesto a dos personas de su confianza en las delegaciones de Hacienda y Personal y Obras y Equipamientos -a Engracia Hidalgo y Paloma García Romero-, concejalías que supervisarán las actuaciones en Madrid Nuevo Norte.
Otros desarrollos
Pero la antigua Operación Chamartín no será el único desarrollo urbanístico que quiere poner a andar el gobierno de coalición formado por el Partido Popular y Ciudadanos, con el voto de investidura de Vox, cuyo apoyo será necesario para que cualquier proyecto de esta naturaleza vea la luz.
Almeida y Villacís han establecido también entre sus prioridades el Desarrollo del Sureste de Madrid, en cuyos terrenos se pueden construir unas 100.000 viviendas, lo que puede generar numerosos puestos de trabajo, que en el caso del distrito Castellana Norte se elevan a 120.000.
Desde el punto de vista impositivo, el Ayuntamiento de Madrid tiene previsto modificar las ordenanzas fiscales para bajar el IBI al mínimo legal (0,40%), o ampliar la bonificación del 50% a la cuota integra del IBI por la instalación de sistemas de aprovechamiento energético (solar, fotovoltáica o geotérmica).
Poder circular por la ciudad y sin multa
En el significado estricto de la reversión de Madrid Central está el quid de la cuestión, ahora que PP y Ciudadanos han firmado un acuerdo para regir el ayuntamiento. Para Cs, revertir totalmente Madrid Central no es la solución; para el Partido Popular, llámesele transformación o reversión, el resultado es que Madrid Central ha sido un fracaso para ordenar el tráfico de la capital y sobre todo para rebajar las emisiones de dióxido de carbono, que en lugar de disminuir han ido aumentando en las estaciones que hay alrededor de la almendra central de la capital.
Fuentes próximas a la alcaldía apuntan que la decisión inmediata al respecto es una moratoria para las multas que se han expedido hasta la fecha. Los conductores -añaden- podrán entrar en esta zona sin temor a ser multados, incluso si no encuentran aparcamientos en parkings de la zona central. Entre las actuaciones, además de los aparcamientos disuasorios en las entradas de la ciudad, la ampliación y mejora de los transportes públicos, se contempla también la remodelación de algunos de los obstáculos con los que los conductores se topan en los bulevares que rodean a Madrid Central.
Este lunes, José Luis Martínez-Almeida señaló que todo el mundo tiene claro que "Madrid no es un modelo válido y es un fracaso" en movilidad urbana. Se harán campañas informativas claras animando a los madrileños a que vayan al centro y ayuden a recuperar el comercio.