
La bronca sesión inaugural del Congreso de los Diputados ha dejado en el aire un sabor agridulce en la izquierda española. Si bien en el Gobierno no ha gustado "el circo" montado por los diputados de Vox y los independentistas, según una fuente de Moncloa, sí que dejado buen sabor de boca la cerrada ovación de los diputados de Unidas Podemos a la nueva presidenta del Congreso, Meritxell Batet, posible antesala de un pacto de investidura y de un gobierno de coalición entre la formación morada y el PSOE.
Así lo indican fuentes del grupo parlamentario de Unidas Podemos, que indican que su apoyo a la composición de la mesa del Congreso será el prolegómeno, esperan, de un futuro pacto que les permita entrar en el Ejecutivo. Sin embargo, reconocen que este asunto todavía no se ha tocado en las negociaciones con los socialistas, donde hasta ahora solo se han tratado cuestiones relacionadas con la composición del Congreso de los Diputados.
Diálogo por abrir
Y, de hecho, fuentes del Grupo Socialista, así como de Podemos, informan de que las negociaciones en esta dirección no comenzarán hasta la próxima semana, después de las elecciones autonómicas y europeas del próximo domingo. Mientras tanto, reconocen que los aplausos de los diputados morados son un "buen prólogo" de lo que está por venir, sobre todo dado el reparto de la Cámara Baja y que el electorado progresista no perdonaría un pacto de investidura entre ambas formaciones.
En cualquier caso, en el PSOE se muestran cautelosos: no es la primera ocasión que se llevan una sorpresa negativa con Podemos, como sucedió el año pasado cuando los escaños de la formación rechazaron la actualización de la senda de estabilidad o el primero real decreto-ley de vivienda.
Sintonía económica
En cualquier caso, parte de los problemas de un futuro diálogo está encauzada. En la formación morada admiten, por ejemplo, que en el campo económico hay incluso armonía. Ven con buenos ojos la propuesta que el Gobierno envió, a través de la actualización del programa de Estabilidad, para incrementar la recaudación anual en uno 5.664 millones de euros. Aunque consideran que se podría "apretar" un poco más a las clases altas y a las grandes compañías.
En cambio, en otros marcos como el laboral o el social, la situación es diferente. Podemos pide cambios más radicales que una simple derogación parcial de la reforma del mercado de trabajo de Mariano Rajoy o un nuevo estatuto de los trabajadores.
Posiblemente, esto lleve a los socialistas y a Sánchez a cambiar la hoja de ruta que había establecido este martes, con ocho mandamientos a cumplir en esta XIII legislatura que acaba de nacer.