Quim Torra ha sido este miércoles protagonista en el juicio al procés que tiene lugar en el Tribunal Supremo. Su nombre ha salido durante la declaración de uno de los agentes de la Guardia Civil, que ha situado al president de la Generalitat en la nave de Bigues i Riells (Barcelona) en los días previos a que en ella se encontraran 10 millones de papeletas para el referéndum del 1 de octubre de 2017. EN DIRECTO | Última hora y reacciones del juicio al procés en Cataluña.
El agente ha respondido bajo juramento a una pregunta de la Abogacía del Estado que antes del 20 de septiembre, día en que se practicó el registro a la nave privado, se dejaron ver por las inmediaciones diferentes personas, entre las que ha nombrado a Torra.
"Sobre las 11:30 se detecta a un grupo de jóvenes que empiezan a organizar cómo evitar que salgamos"
El guardia civil, que como sus compañeros que centran esta semana la ronda de testificales en el juicio ha pedido que su imagen no sea difundida, ha relatado los problemas que encontraron a la salida del registro, llevado a cabo ante la presencia del propietario de la nave en calidad de detenido, Pau Furriol Fornells: "A las 10 de la mañana se me informa de que empieza a concentrarse fuera gente gritando consignas como 'votarem', 'dadnos las papeletas'... Sobre las 11:30 se detecta a un grupo de jóvenes que empiezan a organizar cómo evitar que salgamos" y cuyo líder decía "no nos iremos hasta que no vengan los Mossos d'Esquadra".
Según el agente, pasaron unas tres horas desde que el registro finalizó hasta que los furgones pudieron abandonar la zona con el material requisado: "Sobre las 14:05 horas se da por finalizado el registro, quedaba el trabajo de logística de cargar furgones". Según ha contado, la comitiva judicial pudo abandonar relativamente pronto tras "convencer a los concentrados de que no se llevaban material electoral".
"A las 15:00 horas me transmiten que se ha solicitado apoyo a los Mossos, que aparecen una hora más tarde"
La tensión llegó a su punto álgido cuando se procedió a trasladar el material incautado, según el relato del interrogado: "La gente impidió la marcha de las furgonetas", por lo que tuvo que pedir presencia de orden público. "Sobre las 10 u 11 horas de la mañana, tres agentes de paisano ofrecen ayuda pero en ese momento el registro se desarrollaba bien y les dije que los problemas podrían ser a la salida. [...] A las 15:00 horas me transmiten que se ha solicitado apoyo a los Mossos, que aparecen una hora más tarde y se presenta una sola patrulla de dos agentes de seguridad ciudadana".
Según el agente, la actitud de los concentrados, que estaban liderados por un joven que había indicado que no se irían "hasta que llegaran los Mossos" era "totalmente hostil", llegándose a lanzar contra los vehículos "latas de Coca- Cola y botellas llenas. [...] Uno de los concentrados se tiró contra el furgón para simular un atropellamiento", según su testimonio.
Una vez hablaron los dos Mossos con el joven, son dos señores "de unos 60 años" quienes impiden que los furgones avancen poniéndose en medio e incluso "echándose a las ruedas" a pesar de los intentos de los dos agentes y del joven 'líder'.
Según este relato, el reloj marcaba en torno a las 17:00 horas cuando el furgón logró abrirse pasó entre los 200 o 300 concentrados que el agente sitúa en la protesta ante la nave.