
"Llámenme clásico, pero sin Presupuestos no se puede gobernar". Con estas palabras, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, confirmó este viernes el esperado adelanto de Elecciones Generales, que se ha venido dando por hecho durante esta semana tras el fracaso de los Presupuestos, y anunció la fecha en la que se celebrarán: el 28 de abril. De esta manera, se marcará el punto final de la presente legislatura, que cuando termine habrá durado menos de tres años, y del mandato de los socialistas, el más breve de la historia de la democracia española con solo 10 meses, menos que Leopoldo Calvo Sotelo en los 80.
"Entre seguir sin Presupuestos y no hacer nada, o dar la palabra a los españoles y convocar elecciones elijo lo segundo. España debe seguir avanzando" indicó Sánchez en una declaración institucional celebrada tras un Consejo de Ministros extraordinario celebrado este viernes. Sin embargo, el presidente del Gobierno no aclaró por qué escogió el 28-A, cuando la rumorología indicaba que había más fechas en el aire. Simplemente dijo: "Es una gran fecha. Es importante hablar de España".
El Congreso y el Senado tendrán que disolverse el 5 de marzo. Hasta entonces, comienza una precampaña electoral a la que Sánchez dio el pistoletazo de salida de facto presumiendo de su mandato, con 25 reales decretos ley y 13 leyes aprobadas. De hecho, defendió que los Presupuestos rechazados en las Cortes son una buena muestra de lo que puede ser su programa político de cara a los comicios. "Hay derrotas parlamentarias que son victorias sociales. La población ha visto cuál es nuestra hoja de ruta", indicó.
En su discurso, al que asistieron la vicepresidenta Carmen Calvo y la ministra portavoz Isabel Celáa, mandó varios recados a la oposición, particularmente a la derecha representada por el PP, Ciudadanos y Vox, a los que acusó de multiplicar la crispación en España poniendo en duda la "legitimidad de la moción de censura", que el definió como un movimiento "constructivo", aunque en su momento, en mayo del año pasado, el propio Sánchez asegurara que entre sus objetivos estaba convocar elecciones en un breve espacio de tiempo.
En este sentido, y sobre el anuncio de la formación naranja de que no hará ningún pacto de Gobierno con Sánchez, opinó: "Me sorprende que me pongan a mí un cordón sanitario y no se lo pongan a la ultraderecha", y advirtió de que estas formaciones "han vuelto a perpetuar una especie de agravio secular".
¿Un país exclusivo?
Aseguró que su decisión no estaba motivada por la manifestación celebrada el pasado domingo en la madrileña plaza de Colón, convocada contra su labor y contra cómo estaba capitaneando la negociación con los partidos catalanes. Sobre sus organizadores, los tres partidos de derechas, consideró que "plantean un país en el que solo caben ellos, nosotros un país en el que cabemos todos y todas. Esto es lo que defenderá este Gobierno en campaña electoral".
En este sentido, hizo una llamada a la participación de la población en los comicios. "Hay que apelar a la movilización no de la izquierda, sino de toda la ciudadanía. Nos jugamos el futuro de este país, y lo que decidan los españoles bien decidido estará".
Por otro lado, no valoró la influencia que el juicio del procés podrá tener en las elecciones generales. Apuntó: "No soy amigo de renunciar al diálogo. Hay vías para resolver la crisis de Cataluña, igual que también las hay para resolver la precariedad laboral". Solo indicó que los partidos independentistas tendrán que explicar "por qué no apoyaron unos Presupuestos buenos".