Los presos independentistas Jordi Turull, Quim Forn, Josep Rull y Jordi Sànchez han dejado su huelga de hambre, ha anunciado este jueves en rueda de prensa su portavoz, Pilar Calvo, porque consideran que ya ha conseguido sus objetivos.
Los cuatro exconsellers decidieron ponerse en huelga de hambre -Turull y Sànchez el pasado día 1, Rull y Forn el 3- como protesta ante lo que consideran un "bloqueo" por parte del Tribunal Constitucional. El órgano judicial no tenía previsto hasta enero revisar los recursos de amparo presentados por todos ellos contra su prisión preventiva. La resolución de los mismos permitirá a los acusados recurrir a la justicia europea.
Precisamente este jueves, contra el pronóstico inicial y en un acelerón del trámite previsto, el Constitucional ha acordado por unanimidad denegar la petición de Sànchez de que se le revoque la prisión preventiva. Lo había solicitado en aplicación de la reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos 'Demirtas c. Turquía'. La petición fue formulada el pasado 26 de noviembre y después se sumaron los otros tres presos que secundaron la huelga de hambre.
Torra y los expresidentes catalanes habían pedido en las últimas horas a los presos dejar la huelga
El anuncio llega casi tres semanas después de que iniciaran el ayuno y al día siguiente de que lo pidiera el presidente de la Generalitat, Quim Torra, alegando que "ya han conseguido el objetivo de remover todas las conciencias que se tenían que remover".
También el jueves por la noche, lo pidieron en un escrito todos los expresidentes de la Generalitat y del Parlament y el síndic de Greuges, Rafael Ribó: "La huelga de hambre ha dado visibilidad a su situación procesal y ha removido conciencias a escala nacional e internacional". Esta semana, los presos en huelga de hambre han remitido hasta 40 cartas a los principales líderes europeos.
Este mismo jueves, los nueve dirigentes independentistas en prisión preventiva han emitido una carta conjunta en la que piden movilizaciones "pacíficas", sin caer en "provocaciones" de los adversarios del soberanismo, para "no regalarles las imágenes que no obtuvieron el 1-O", de Mossos d'Esquadra "pegando" a ciudadanos.
