
Puerta a puerta, con la ayuda de 10.000 afiliados, y actos por doquier con cuatro caravanas, la del candidato José Manuel Moreno Bonilla, y tres de la dirección nacional con su presidente a la cabeza, Pablo Casado, seguido del secretario general y de los vicesecretarios de la formación. Así quieren los populares afrontar la campaña electoral andaluza, que arranca este jueves, el primer test del nuevo líder del PP, donde podrá medir sus fuerzas frente al tirón de Pedro Sánchez, también su primer examen una vez instalado en La Moncloa gracias a una moción de censura respaldada por Unidos Podemos y el resto de fuerzas independentistas.
Cerrada la etapa de Mariano Rajoy -Casado almorzó en Madrid con el expresidente -, Génova tiene claro que Andalucía es un objetivo de máxima "prioridad", y de ahí este importante despliegue, cuya presentación tuvo lugar este lunes en Madrid, con Alberto Núñez Feijóo como presentador del candidato, José Manuel Moreno Bonilla.
El candidato dijo tener, según sus encuestas internas, una proyección electoral del 28 por ciento, lo que, con la suma de los escaños que logre Ciudadanos, podría por primera vez en la historia de Andalucía derrocar a los socialistas de una región en la que no se ha conocido gobiernos de otro signo.
Sostiene Moreno Bonilla que su campaña se fundamentará en un principio de "bajada masiva de impuestos (BMI)", compitiendo con comunidades como Madrid, sin olvidar otras promesas como la de eliminar la burocracia, procurando un marco legislativo "más sencillo y transparente, que evite que se ordenen 5.000 leyes en cuatro años".