
Ningún miembro del Gobierno ha desautorizado al ministro de Consumo, Alberto Garzón, por sus críticas a la monarquía tras la polémica generada por un tuit en el que reprochaba a Felipe VI su llamada al presidente del Poder Judicial , Carlos Lesmes, lamentando su inasistencia, ordenada desde Monloca, la acto de entrega de despachos a los jueces en Barcelona. Así lo ha asegurado el ministro este miércoles al ser preguntado por la crítica que lanzó al rey por "maniobrar contra el Gobierno".
En el tuit del pasado 25 de septiembre, el ministro recordaba que "la posición de una monarquía hereditaria que maniobra contra el Gobierno democráticamente elegido, incumpliendo de ese modo la constitución que impone su neutralidad, mientras es aplaudida por la extrema derecha es sencillamente insostenible". Un mensaje que desató la polémica y que fue apoyado por otro lanzado desde el seno del Gobierno, en este caso por el vicepresidente segundo Pablo Iglesias: "Respeto institucional significa neutralidad política de la jefatura del Estado, renovación de los órganos judiciales en tiempo y forma, actuaciones de la fuerza pública proporcionales. Art.1.2CE: La soberanía reside en el pueblo español del que emanan todos los poderes del Estado", escribió el líder de Podemos.
Durante una entrevista en TVE, Garzón ha reconocido que volvería a publicar el mismo mensaje. Según ha explicado, hizo lo "correcto" al lanzar ese mensaje a la Casa Real porque "la institución más blindada" debe mantener la neutralidad: "Hice defensa de un valor constitucional", ha insistido.
Sin reprimenda interna
Garzón ha insistido en que "lo normal" en un gobierno de coalición es que haya "diferencias" entre los partidos que lo componen y ha recordado que en este caso son tres: PSOE, Podemos e IU. "Trabajamos en la línea del acuerdo y tenemos discrepancias que son menores", ha apuntado.
Para Garzón es la derecha la que que realmente está "mermando la capacidad de la monarquía de sobrevivir en el tiempo" con su "estrategia de patrimonializar las instituciones. [...] Es lo que hace que más gente se disocie de la idea de que nuestro país deba ser una monarquía parlamentaria", ha añadido.
Y es que el PP, ha asegurado, utiliza las instituciones "para lanzárselas a la cabeza" al resto de partidos: "Dicen que la monarquía representa los valores del PP y no el del resto de los españoles. La paradoja es que mi planteamiento de que ha podido haber un exceso por parte de la monarquía... si la monarquía lo atiende es más razonable para su futuro que la estrategia de la oposición, que es una oposición desbarrada en el tiempo".