El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Quim Torra, han acordado este jueves en su reunión en el Palau que la mesa de diálogo sobre Cataluña arranque antes de que acabe el presente mes de febrero. Ambos dirigentes también han llegado al compromiso de que serán ellos mismos quienes lideren esa mesa.
El president ha recibido a Sánchez con honores de jefe de Estado en la puerta de la Generalitat pasadas las 12:00 antes de subir la escalinata hacia el 'hall' donde ambos han posado antes los medios gráficos antes de entrar a la sala donde han departido durante aproximadamente hora y media.
La propuesta de que la mesa arranque antes de que empiece marzo ha venido de Sánchez, que se la ha trasladado a Torra en un documento. Se trata de la "agenda para el reencuentro", de 44 puntos, cuyos ejes son el diálogo político y regeneración institucional, la financiación autonómica, la mejora de la cooperación, política social y apoyo a los servicios públicos, impulso a las infraestructuras y apoyo ante catástrofes naturales.
Es el primero de los 44 puntos en el que el Gobierno central propone a Torra inaugurar en febrero la mesa de negociación pactada con ERC a cambio de la investidura.
Torra, por su parte, ha regalado al jefe del Ejecutivo dos libros -uno en inglés y otro en catalán- sobre derechos humanos y libertad. Fuentes del gobierno catalán han concretado que se trata de Inventing human rights, de Lynn Hunt, y Llibertat i sentit, de Lluís Solà.
A lo que no se ha prestado Sánchez en esta visita es a pasear con Torra por el Pati dels Tarongers (Patio de los Naranjos) del Palau de la Generalitat, donde suele haber lazos amarillos y carteles en favor de los presos del 'procés' que colocan los trabajadores del lugar.
Sánchez: "Ha sido un diálogo honesto"
Acaba la reunión, Sánchez ha comparecido ante los medios para dar su valoración del encuentro. El presidente del Gobierno ha comenzado poniendo énfasis en que "el diálogo debe partir del reconocimiento al otro" y en que "un diálogo dentro de la ley, la ley por sí sola no basta".
Refiriéndose ya a Torra, Sánchez ha agradecido "el tono y la predisposición", a la vez que ha reconocido que el mantenido con el presidente catalán ha sido "un diálogo honesto y respetuoso" a tener en cuenta tras "una década que ha estado protagonizada por el desencuentro" y cuyo balance el jefe de Ejecutivo ha tildado de "lamentable".
"Esto no va a cambiar de golpe", ha admitido también un Sánchez que ha asegurado que "vamos a necesitar mucha paciencia". Además del arranque de la mesa, el presidente se ha referido en varias ocasiones a la comisión bilateral Estado-Generalitat deseando que ésta se pueda reunir también en febrero.
Inquirido por detalles sobre la mesa, Sánchez ha manifestado su "voluntad" de "encabezarla" aunque ha dicho que la composición de la misma, así como su orden del día son asuntos a cerrar todavía. Por otro lado, cuando se le ha interrogado sobre la figura del relator o mediador en la mesa, reclamada por JxCat, Sánchez ha contestado que no es necesario porque va a haber un "diálogo franco" y el verdadero mediador van a ser los 47 millones de ciudadanos.
Preguntado por el camino parlamentario para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, Sánchez ha querido desligar esta tramitación del escenario electoral que se avecina en Cataluña. El presidente socialista también ha transmitido que le gustaría que Cataluña esté en el Consejo de Política Fiscal y Financiera convocado por Hacienda con las comunidades este viernes. No obstante, el vicepresidente y responsable económico, Pere Aragonès, no será de la partida, como ha ocurrido en las últimas citas, y acudirá su 'número dos', la secretaria de Economía Natàlia Mas.
Torra quería estar en la mesa
Tras comparecer Sánchez, ha sido el turno de Torra. El presidente catalán ha destacado que ha mantenido "un diálogo sereno" con el presidente del Gobierno en el que le ha transmitido sus ya habituales reivindicaciones: "El ejercicio del derecho de autodeterminación, validado en un referéndum, el fin de la represión y parar las causas judiciales".
La respuesta de Sánchez la ha resumido Torra así: "El Gobierno español no se ha movido en el tema de la autodeterminación y su tesis es el autogobierno dentro de la Constitución. Tampoco he obtenido respuesta sobre el fin de la represión".
A la hora de dar más información sobre la mesa de diálogo, Torra ha insistido en que ha sido él quien ha propuesto a Sánchez que sean ambos presidentes los que la lideren. Al mismo tiempo, ha remarcado en varias ocasiones que en Cataluña ya estaban "preparados para el diálogo" desde hacía tiempo.
Preguntado por los 44 puntos del documento que le ha entregado Sánchez, Torra ha declarado que no ha podido leerlos todavía y que cuando lo haga emitirá una respuesta desde el Govern. Con todo, ha subrayado que las inversiones y obligaciones del Estado con Cataluña "no pueden tapar el conflicto político".
Cuestionado también por si su Ejecutivo estará en el citado consejo fiscal convocado por María Jesús Montero, el presidente catalán ha confirmado que Aragonès no estará.
Pocas expectativas previas
Los días previos al encuentro han estado sembrados por las pocas expectativas del Gobierno ante la entrevista con Torra, a la que ha acudido acompañado de la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, que finalmente no ha participado en la conversación.
En Moncloa reducían las esperanzas en que la reunión se desarrollara de manera "razonable" y sirviera al menos para ir normalizando la relación entre las dos instituciones, por el bien de la sociedad catalana.
Con todo, el Gobierno se muestra satisfecho por la "normalidad" con la que ha discurrido el encuentro aún con el recuerdo de las dificultades protocolarias que se vivieron en la cita de Pedralbes en diciembre de 2018.
El Ejecutivo también ha valorado el hecho de que ERC tampoco haya puestos pegas a que la mesa arranque en febrero. Los republicanos, además, han dicho que para ellos no supone una necesidad extrema que haya un relator o mediador.