A las nueve y media de la noche, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, anunciaba la decisión del Rey de proponer a Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno. Por tercera vez en cuatro años, el líder socialista ha salido del Palacio de la Zarzuela con el encargo del Rey para formar gobierno, pero sin los apoyos suficientes para hacerlo de forma inmediata. A la espera de que ERC se sume -bien con sus votos afirmativos en la primera votación, bien con su abstención en la segunda vuelta-, el candidato a la Presidencia, de momento, solo tiene cerrado el apoyo de Unidas Podemos.
Rozando las diez menos veinte de la noche, el presidente de Gobierno en funciones hacía acto de presencia ante los medios de comunicación para leer un comunicado según el cual "los ciudadanos fueron claros y quieren que gobierne el Partido Socialista".
"Deseo contruir grandes consensos dentro del marco constitucional. Es lo que pretendo hacer humildemente"
Después de cinco procesos electorales en un año, como recalcó Sánchez, "se impone que todos los actores actúen con responsabilidad". Por eso, añadió, "deseo construir grandes consensos dentro del marco constitucional. Es lo que pretendo hacer humildemente", dijo.
Además, el secretario general del PSOE anunció cuatro medidas de cara a la próxima semana: una convocatoria con Pablo Casado el lunes a las 09:30 en el Congreso, otra con Inés Arrimadas ese mismo día a las 11:00 horas, el encuentro de Adriana Lastra, portavoz del Partido Socialista, con todas las fuerzas políticas, para reunir más apoyos, y una reunión con todos los presidentes de comunidades autónomas (incluido Quim Torra) para compartir el deseo de formar Gobierno cuando antes.
Preguntado por las herramientas para facilitar la solución al conflicto político, Sánchez se limitó a decir que las negociaciones se tienen que desarrollar de manera discreta, y que haber acuerdo, éste será público.
El Partido Popular, por su parte, ha avanzado que presentará mociones en todas las instituciones para que el PSOE se retrate sobre el acuerdo de Sánchez y la idea de superar el problema de convivencia en Cataluña, y reconocer, en menos de dos semanas, el conflicto político catalán.
La oportunidad de Esquerra
Ausente Esquerra de la ronda de contactos –como BNG, EHBildu y la CUP–, el portavoz de la formación republicana en el Parlament ha declarado en la jornada que su partido no cederá y por eso reclama el fin de la represión y una resolución del conflicto en las urnas. "Démonos una oportunidad. Hagamos que se muevan", declaraba Sergi Sabriá.
Es más, ERC ha llegado a presumir de haber logrado que el PSOE reconozca el "conflicto político" y avisa de que "ahora falta la bilateralidad", en un día en el que el Parlament, con el voto del PSC, ha rechazado que dentro de la la Ley de Educación catalana se incluya el castellano como lengua vehicular en la educación pública.
Este martes, los grupos más pequeños, los primeros por pasar por Zarzuela, de los que se aguarda su voto en positivo, pusieron algunas objeciones a tenor del protagonismo que están adquiriendo las negociaciones con Esquerra, y de la falta de transparencia que está habiendo en las mismas. Era Ana Oramas, de Coalición Canaria, quien advertía del "horror" de que el Gobierno dependa de ERC. Su declaración no pasaba desapercibida, ya que, días atrás, la política canaria había fijado la posición de su grupo en positivo.
La ronda de contactos empezaba este miércoles con Alberto Garzón -ministrable en algunas quinielas políticas-. El coordinador de Izquierda Unida y socio de Pablo Iglesias, en Unidas Podemos, afirmó que solo faltan unos flecos para que Sánchez retorne a Moncloa como presidente investido, y no en funciones como se encuentra desde el pasado mes de febrero. Más tarde, Laura Borrás, señalada por la justicia por un caso de malversación de fondos públicos, subrayaba en nombre de JxC, que no se mueve "ni un ápice del voto contrario a la investidura de Sánchez". Y para muestra, la formación pilotada por Carles Puigdemont desde Bruselas ha rectificado para retomar este viernes, el tecto sobre autodeterminación que aparcó para que ERC facilitara grupo en el Senado.
La vía de los 221 diputados
La nota discordante con la izquierda y el nacionalismo presente en las ronda de contactos con el monarca, vino de la mano de Inés Arrimadas.La dirigente de Cs se presentó con un pacto constitucionalista a tres bandas, con el PSOE y Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno, y con el soporte de Cs y del Partido Popular, lo que alcanza una mayoría de 221 diputados. El argumento de Inés Arrimadas falla sin embargo en la lógica matemática ya que no el PP quiere explorar esa vía, y el PSOE, y aun menos Sánchez ha mostrado mayor interés por la determinación de la líder naranja.
Pablo Iglesias arrancaba la última fase de la contactos. Acorralado por las informaciones que apuntan que en su partido se pagaban sobresueldos, el líder de Unidas Podemos manifestó optimismo, en cuanto al desarrollo de las negociaciones entre PSOE y ERC, y siguió apostando por la conveniencia de que haya Gobierno antes de 2020.
Seguido de Iglesias, Santiago Abascal comunicaba al Rey su rechazo frontal a investir a Pedro Sánchez. El líder de Vox dijo que "Sánchez se ha convertido en el portavoz de Bildu, ERC, BNG y CUP". Asimismo, Abascal ha trasmitido a Felipe VI su apoyo a cualquier gobierno que quiera restablecer el orden constitucional en Cataluña.
El PP afirma que sí participará en la gobernabilidad con 11 pactos de Estado, entre ellos el presupuestario
Los populares estrenaban la jornada de ayer pidiendo transparencia a las negociaciones entre el PSOE y ERC, razón por la que van a presentar mociones para que el PSOE se pronunice en ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas sobre el calado de las negociaciones entre las dos fuerzas. Horas más tarde, Pablo Casado comunicaba al Rey que votarán en negativo aPedro Sánchez si presenta su candidatura, y si lo hace con Podemos y blanqueando a los independentistas.
No obstante, el líder del Partido Popular ha dicho que sí participarán en la gobernabilidad con 11 pactos de Estado, entre ellos el presupuestario. Por contra, bloquearán cualquier tipo de reforma de la Constitución en pro de la posiciones independentistas. Finalmente, Casado dijo que, "si Sánchez fracasa, tiene que dar paso".