Política

Los radicales utilizan técnicas de guerrilla urbana y la última tecnología para hacer arder Cataluña

  • Cocteles molotov, barricadas, hogueras... y aplicaciones móviles privadas
  • La tácticas más antiguas se unen estos días con la última tecnología

Los disturbios que estos días se están viviendo en Cataluña no son improvisados. La gravedad de los mismos no sería tal si los violentos no estuvieran coordinados. Llenar plazas con concentraciones legítimas multitudinarias o convocar marchas pacíficas es muy distinto a incendiar media ciudad: para que surja lo primero se requiere apenas un sentimiento común compartido mientras que lo segundo solo se encuentra si se tienen nociones sobre cómo sobrepasar a las fuerzas de seguridad.

Las tres últimas noches vividas en Cataluña ni son pacíficas ni espontáneas. Ya antes de la sentencia, cuando los líderes políticos fueron enviados a prisión preventiva a la espera de un juicio, corrieron las referencias a Black bloc, un libro de guerrilla urbana que recoge técnicas como las ultilizadas estos días.

No por ser la tercera, la de anoche fue la jornada menos cruda. El despliegue de medios de quienes intentaron desbordar a los agentes quedó patente y evidenció la preparación y el conocimiento. Desde los elementales cócteles molotov en este tipo de protestas violentas hasta el lanzamiento de pirotecnia contra un helicóptero de los Mossos que sobrevolaba el centro de Barcelona o el lanzamiento de ácido a los policías. 

Otras características de la guerrilla urbana antisistema aplicada en estos disturbios también han estado presente estas noches: barricadas, hogueras alimentadas por mobiliario urbano, lanzamiento de objetos y el intento de bloqueo de lugares comprometidos para desestabilizar a las fuerzas policiales y exigirles un mayor despliegue por toda la ciudad.

La principal motivación de este tipo de protestas es el rechazo a que sus reivindicaciones puedan ser escuchadas mediante la resistencia pasiva. La coordinación aquí va más allá de una mera convocatoria en redes sociales con lema, lugar y hora; los planes se fraguan en grupos de mensajería restringidos sobre puntos concretos que más tarde se irán ampliando.  

La tácticas más antiguas se unen estos días con la última tecnología. El lunes, la nueva plataforma Tsunami Democràtic hizo pública su manera de convocar, mediante una app propia que enviaría las convocatorias a los móviles de quienes consiguieran un código de acceso que no está publicado en ningún sitio sino que tiene que ser buscado. Algo similar a lo que utiliza esta nueva forma de guerrilla.

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