Política

Sánchez insiste en elevar el gasto social de cara a las elecciones del 10-N

  • El PSOE propone crear comités que velen por el cumplimiento de sus propuestas
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones y candidato del PSOE. Foto: EFE.
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Pedro Sánchez quiere jugar la baza del gasto social, y un importante incremento del mismo, para convencer y movilizar a los votantes a que apoyen al PSOE en la repetición electoral del próximo 11 de noviembre. La apuesta del candidato socialista, de la que presentó un avance ayer, incluye una amplia batería de medidas que surge de combinar el programa del PSOE de las elecciones de abril con las 370 propuestas que Moncloa presentó tras sus reuniones con diversos colectivos sociales. Una colección de medidas, muchas de ellas, que requerirá aumentar las partidas presupuestarias en ámbitos como las pensiones, la educación, la sanidad o la dependencia.

Entre estas medidas se encuentra un ingreso mínimo vital que iría a parar a los hogares en situación de pobreza. También se encuentra la derogación progresiva de los copagos sanitarios, comenzando por el farmacéutico de los pensionistas en situación de mayor vulnerabilidad, y la ampliación de la Cartera Básica del Sistema Nacional de Salud (SNS), a la que se incorporará la salud bucodental y donde se prestará más atención a la salud mental y a determinados tipos de cáncer infantil.

Un viejo olvidado por el Estado central también va a ser objeto de las atenciones del PSOE, si logra formar Gobierno tras la repetición electoral. Se trata de la atención a la dependencia. Los socialistas se comprometen a reducir en al menos un 75% las listas de espera, y procurando la igualdad en la atención en todo los territorio. En el campo de la educación, los socialistas abordarán la universalización de la educación infantil para niños y niñas menores de tres años.

Sin novedades en economía

Desde Ferraz indican que el documento, que incluye 35 propuestas, recoge la parte más social de su programa. La económica y fiscal no se conocerán hasta más adelante. De ahí que solo haya pinceladas de su ideario tributario. No hay ni rastro de las prometidas subidas de impuestos a clases altas o grandes empresas planteadas por el Gobierno socialista en el último año. Tan solo hay una mención a una "fiscalidad justa" y con más progresividad, pero no se concreta cómo se llevará a cabo.

En cambio, lo laboral sí forma parte del documento. El PSOE insiste en que, para finales de la legislatura que comience, habrá subido el salario mínimo interprofesional (SMI) al 60% del salario medio -aproximadamente unos 1.200 euros- así como recupera el compromiso de derogar los aspectos más lesivos de la reforma laboral, aunque sin concretar de qué puntos se trata.

No se olvida Sánchez de sus caballos de batalla predilectos, que son la elaboración de un nuevo Estatuto de los trabajadores y el Green New Deal en la Unión Europea. Así mismo, ratifica su apuesta por el vehículo eléctrico y reitera su intención de que los turismos y los vehículos comerciales reduzcan paulatinamente sus emisiones, de modo que no más tarde de 2040 tengan cero emisiones de CO2, sin discriminar la tecnología.

Para ello, los socialistas se comprometen a constituir "consejos sectoriales de verificación en los que participará directamente la sociedad civil" para evaluar el cumplimiento, por parte del Gobierno, de los compromisos del PSOE, una medida que no es sino la traslación de las propuestas que le trasladó a Unidas Podemos para intentar ganarse el apoyo de los morados para la investidura, finalmente fallida, de Sánchez.

Durante su intervención, insistió en el "conflicto social" que vive Cataluña y que la solución solo llegará a través de la legalidad y dentro de la Constitución y de su Estatuto de Autonomía.

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