Este miércoles tiene lugar la asamblea que marcará el futuro de Más Madrid y de Íñigo Errejón, que previsiblemente saldrá respaldado como cabeza de lista de la formación a las elecciones generales del 10 de noviembre a las que el partido se presenta tras superar los miedos iniciales a desfragmentar la izquierda.
Será la confirmación de una especie de 'secreto a voces'. A pesar de los intentos del grupo de aparentar normalidad en el Ayuntamiento, Errejón se ha convertido en protagonista de la repetición electoral por todos los frentes que abre su candidatura tan to interna como externamente.
La vuelta de Errejón a la política nacional conllevará primero cambios dentro la formación. Para empezar, tendrá que buscar sustituto al hueco que dejará el portavoz; suenan Pablo Gómez Perpinyà, actual presidente del grupo parlamentario de Más Madrid, y Tania Sánchez, secretaria general del grupo y exdiputada de Podemos.
El posible efecto arrastre que pueda ejercer Errejón sobre los ediles no es motivo de temor para Más Madrid. En esos términos se expresó el pasado lunes Rita Maestre, coportavoz del grupo, que sí descarto que su nombre no estaría incluido en la lista al Congreso.
La inminente salida de Errejón ha provocado las críticas de PP, Ciudadanos y Vox por la breve participación del ex de Podemos en la política autonómica. Querrá volver al Congreso "para tener el mismo bienestar que ha alcanzado el señor Iglesias", dijo Alfonso Serrano (PP) en rueda de prensa tras la Junta de Portavoces de la Asamblea de Madrid celebrada ayer.
Las alianzas en juego de Podemos
La repercusión del paso al frente de Errejón modula el escenario de la izquierda de cara a las urnas y obliga, sobre todo a Podemos, a rediseñar las estrategias incluso a aquellos como el PSOE que dicen no temer al nuevo contrincante.
El daño directo que Errejón puede ejercer a los de Pablo Iglesias es evidente y el antecedente, muy cercano. Ya ocurrió en las autonómicas de la Comunidad de Madrid donde Errejón sacó 20 escaños y Unidas Podemos 7 tras su abrupta salida del partido morado.
Esta tarde la asamblea también decidirá y con qué nombre se presenta al 10-N y en qué circunscripciones. El objetivo a marcar será intentar tener grupo propio en el Congreso para evitar quedar diluido entre otras formaciones. De ahí que las coaliciones estén siendo negociadas desde hace días.
Podemos podría perder alianzas clave. Compromís ya ha confirmado su preferencia por Errejón para intentar configurar un pacto electoral y la Chunta Aragonesista (CHA) ha asegurado estar en conversaciones con el ex de Podemos para concurrir juntos el 10-N.
La grieta ha llegado incluso al grupo confederal en el Congreso. Las dudas en Equo existen y aunque el Juantxo López de Uralde ha reconocido preferir mantenerse bajo el paraguas de Unidas Podemos, se abrirá una consulta a las bases para elegir junto a quién acudir el 10-N dada la diferencia de opiniones.
La incógnita de las coaliciones no podrá extenderse mucho. Estas elecciones estrenan los cambio en la ley electoral que acortan los plazos por estar convocadas a partir de una investidura fallida. No solo la campaña será más corta sino que las coaliciones deberán ser comunicadas a la Junta Electoral en un plazo menor del habitual, siendo el tope este domingo 29 de septiembre.
