España parece abocada a celebrar nuevas elecciones generales el domingo 10 de noviembre. Felipe VI ha decidido este martes no proponer candidato a una nueva investidura tras constatar en la ronda de consultas con los partidos que Pedro Sánchez no cuenta con apoyos suficientes. La jornada era decisiva porque el plazo para la investidura expiraba el día 23 de septiembre.
El Rey ha comunicado a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, "que no formula una propuesta de candidato a la Presidencia del Gobierno", según reza el comunicado de Casa Real. "No existe un candidato que cuente con los apoyos necesarios para que el Congreso de los Diputados, en su caso, le otorgue su confianza", añade el escrito.
La resolución del monarca llega después de haber recibido a lo largo del día en Zarzuela a los líderes de los principales partidos, siendo el último de ellos un Pedro Sánchez que ha comparecido a las 21:00 horas desde Moncloa. En su intervención el presidente en funciones ha reconocido que "no hay una mayoría que garantice la formación de Gobierno" y que "España está abocada a elecciones el 10-N".
Sánchez: "Lo hemos intentado por todos los medios, pero nos lo han hecho imposible"
En un tono similar al de las campañas electorales, Sánchez no ha tardado en empezar a repartir reproches a izquierda y derecha. "Lo hemos intentado por todos los medios, pero nos lo han hecho imposible", ha dicho el líder socialista tras afear a PP y Ciudadanos que se hayan negado a una abstención técnica y a Unidas Podemos que quisiera "un Gobierno dividido en dos y abocado al fracaso".
"España no necesita un Gobierno para una investidura, sino para una legislatura", ha subrayado Sánchez antes de enumerar los retos que debía afrontar el nuevo Ejecutivo, destacando el Brexit o la sentencia del procés por parte del Tribunal Supremo. "Les pediremos a los españoles que lo digan más claro el 10-N", ha enfatizado un Sánchez que ha apelado directamente a las urnas y que no ha dejado de reclamar en sus declaraciones "un Gobierno estable y moderado".
Inquirido por las declaraciones de los otros partidos que deslizaban que aún habría tiempo de alcanzar un acuerdo más allá del pronunciamiento del Rey, Sánchez ha rememorado el fracaso de la investidura de julio y ha pedido que no se creen "falsas expectativas" a los ciudadanos. Preguntado, de igual manera, por su responsabilidad en el bloqueo y por su futuro como secretario general del PSOE si no logra ser presidente tras el 10-N, Sánchez ha contestado que es "el líder de la fuerza más votado", seguido de un largo silencio.
Pedro Sánchez comete un error histórico de enormes dimensiones forzando otras elecciones por una obsesión con acaparar un poder absoluto que los españoles no le han dado. Hace falta un presidente que entienda el multipartidismo. España ha cambiado y no va a retroceder.
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) September 17, 2019
Las reacciones a la noticia y a las palabras de Sánchez no se han hecho esperar. El primero en salir al quite ha sido Pablo Iglesias, quien ha acusado al presidente en funciones de ser culpable del "error histórico" de repetir elecciones. A través de una serie de mensajes publicados en Twitter, el líder de Unidas Podemos ha situado a los socialistas en la "arrogancia y el desprecio".
A lo largo de la jornada se ha ido evidenciando cómo se iba a acabar sin pacto pese al giro dado al tablero por Albert Rivera con su oferta de abstención con tres condiciones. Antes de que se reunieran con el Rey, Sánchez ha telefoneado a Pablo Iglesias, Pablo Casado y Albert Rivera, en este orden, para pulsar qué opciones reales tenía de ser investido.
En esas comunicaciones el líder de Unidas Podemos le ha transmitido al presidente en funciones que su apoyo sigue vinculado a un Gobierno de coalición y que su abstención 'asegurada' podría decaer si Sánchez y Rivera lograban un entendimiento. Pablo Casado, a su vez, ha dicho al socialista que no contase ni con su apoyo ni con una abstención en la investidura, dejando insuficiente la propuesta del líder de Ciudadanos. Éste último ha considerado, asimismo, "una colección de mentiras" y "una tomadura de pelo" la respuesta de Sánchez por teléfono y a través de una carta a sus demandas.
Tras estas tomas de posición, los tres líderes telefoneados han comunicado al monarca las mismas y las han detallado a los medios en rueda de prensa. Mientras Iglesias ha acusado al PSOE de "preferir a Rivera", Casado ha acusado a Sánchez de tratarles con "displicencia y soberbia" y Rivera ha asegurado que "aún hay tiempo si Sánchez rectifica".
Dos noticias que han impactado de lleno en la situación de bloqueo y en la amenaza de nuevas elecciones han sido la programación de un viaje a Nueva York de Sánchez este fin de semana -cuando se tendría que haber celebrado la hipotética investidura- y la invitación de RTVE por carta a los líderes políticos para celebrar debates electorales.