En la tarde este jueves, PSOE y Unidas Podemos retoman una negociaciones que llevan interrumpidas desde hace más de un mes que tendrán como fin determinar si los morados prestan sus indispensables votos a la candidatura (todavía no oficial) de Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno. Una reunión en la que, según ha podido saber elEconomista, los de Pablo Iglesias exigirán no solo un gobierno de coalición sino competencias más allá de las que los socialistas les ofrecieron en julio, dando por hecho que se les concedido las políticas activas de empleo que el propio Iglesias exigió desde su escaño.
Lo cual, por cierto, complica mucho la situación. Cabe recordar que la oferta final del PSOE para la primera intentona de investidura estuvo compuesta de una vicepresidencia y tres ministerios: los de Vivienda y Economía Social, Igualdad y Sanidad. Si a esto se sumara el manejo de las políticas activas de empleo, según dijo Iglesias en una entrevista este verano, la negociación se cerraría "en unas horas".
Palabras matizables
Pero estas palabras son muy matizables. Fuentes cercanas a la cúpula de Podemos avisan que esto no significa que con esas competencias se den por satisfechos. De hecho, aseguran que su planteamiento es reclamar y exigir al PSOE más responsabilidades y puestos en el Gobierno si los socialistas quieren su apoyo de cara a la investidura de Sánchez.
De hecho, consideran que la última oferta, la de dirigir órganos por debajo del Gobierno como la Comisión Nacional del Mercado de Valores no es sino un retroceso a las posiciones que llegó a tener el PSOE a mediados de julio, justo antes de la renuncia de Iglesias a entrar en el Ejecutivo que desembocó en que los socialistas cedieran a negociar un gobierno de coalición.
¿Puerta a Moncloa abierta?
De ahí que consideren la posibilidad de entrar en Moncloa todavía está abierta. En este sentido, las sensaciones en la formación morada son las de que no hay vuelta atrás. Eso sí: aseguran que si se llega a la repetición electoral será por culpa del PSOE y Sánchez al no aceptar compartir el poder.
Y es que en el lado programático, los 'morados', dada la compatibilidad de muchas de las 370 medidas presentadas por el PSOE en su propuesta, consideran que hay más cosas que les acercan de las que les alejan. Sin embargo, cabe recordar que los socialistas ya han avisado, y lo han hecho en cada una de sus apariciones públicas, que la coalición no es una opción, sobre todo por desconfianza.
Ahora la suerte está echada. Carmen Calvo y Pablo Echenique dirigen unas negociaciones de las que depende que la legislatura eche a andar o una temida repetición electoral.