La solución de la crisis política italiana pasará por las manos de Nicola Zingaretti. Este político italiano, presidente de la región de Lacio y secretario general del Partido Demócrata (PD), nació en Roma el 11 de octubre de 1965. Cuando en marzo de 2019 un millón y medio de militantes lo eligió para suceder a Matteo Renzi como secretario general del principal partido progresista italiano, la falta de liderazgo parecía su principal punto de fuerza. Después de cinco años marcados por el protagonismo de Renzi, que llevó al PD a ganar las elecciones europeas de 2014 con el 40 por ciento para luego caer en las generales de 2018 hasta el 18 por ciento, el partido se encomendó a un político de larga experiencia -famoso sobretodo por ser el hermano del actor que interpreta en una serie de televisión al popular comisario Montalbano- que pudiera retomar el proceso de construcción de una coalición progresista, abandonado por su antecesor. Un negociador más que un líder.
De hecho Zingaretti, que se sacó un bachillerato -primer nivel universitario italiano- de Odontología y no se licenció, tiene una carrera de político de otros tiempos, totalmente comprometido con su partido, muy diferente respecto a la de su antecesor Renzi, que se hizo con la Presidencia del Gobierno "enviando al desguace" la anterior clase dirigente del centroizquierda.
Empezó su carrera política a finales de los 80 como secretario de los jóvenes comunistas de la federación de Roma, para convertirse en 1991 en el secretario de la Izquierda Juvenil, organización que había sustituido a las Juventudes Comunistas Italianas cuando el Partido Comunista Italiano (PCI) se había convertido en el Partido Demócrata de Izquierda. Zingaretti secundó el viraje del PCI hacia la socialdemocracia y en 1998 participó en la Comisión Progreso Global, presidida por el español Felipe González y destinada a elaborar un programa para los socialistas en el nuevo milenio.
Su compromiso con el partido y la internacional socialista le llevó a ser eurodiputado en 2004. Zingaretti regresó luego a Roma para presidir la provincia (2008) y luego la región de la capital (2013).
Abanderado socialista
Mientras Renzi representaba al ala liberal del PD, Zingaretti es el abanderado de los socialistas y antiguos comunistas que en 2007 decidieron fundar este partido junto a los demócrata-cristianos progresistas. Al ser nombrado secretario general del PD, Zingaretti propuso una agenda basada en la reactivación económica a través de inversiones públicas. "Inversiones, inversiones, inversiones, ese es el camino" defendió su asesor económico, Antonio Misiani, al presentar un programa que prevé una "reactivación a gran escala de las inversiones locales, con la vista puesta en dos objetivos: la adaptación al cambio climático, y las infraestructuras".
Una política de reactivación económica basada en nuevas inversiones podría centrar la agenda de una nueva alianza entre el PD y el Movimiento 5 Estrellas (M5E). Las propuestas socialdemócratas de Zingaretti llaman la atención del Movimiento, que durante un año en el Gobierno siempre ha llevado mal la agenda económica liberal de Matteo Salvini, partidario de reducir la fiscalidad del IRPF. La nueva alianza entre PD y M5E, según Zingaretti, deberá fundarse, en cambio, en una "política redistributiva".
Cuatro ejes
Además, el secretario general del PD propone otros cuatro puntos para formar un Gobierno que dure por lo menos hasta 2022 cuando el Parlamento tendrá que elegir al nuevo presidente de la República: "Pertenencia leal a la Unión Europea, centralidad del Parlamento -el M5E es partidario de la democracia directa y toma sus decisiones con votaciones de militantes a través de Internet-, desarrollo basado en la sostenibilidad medioambiental y cambios en la política de inmigración".
El perfil de Zingaretti se adapta bien a las negociaciones de los próximos días, sobretodo por su flexibilidad. El secretario del PD cambió incluso de posición respecto a las elecciones anticipadas para no dividir a su partido. Cuando Matteo Salvini, el todavía ministro de Interior y líder de la Liga, abrió la crisis de Gobierno, Zingaretti anunció que él no tenía miedo a nuevos comicios. Sin embargo, cuando su antecesor y antiguo primer ministro, Matteo Renzi, hizo un llamamiento para evitar una victoria aplastante de la ultraderecha en las urnas, Zingaretti se reunió con los diputados y senadores demócratas hasta cambiar de idea. Los rumores indican que el secretario del PD no pretende un cargo ministerial en un nuevo Gobierno junto al M5E sino que seguiría siendo presidente de la región de Lacio.
El primer ministro saliente, Giuseppe Conte, que criticó el pasado martes a Salvini por pedir "plenos poderes" de cara a unas elecciones anticipadas, subrayó: "No necesitamos hombres con plenos poderes, sino personas que tengan cultura institucional y sentido de la responsabilidad". Un político como Zingaretti, con una carrera forjada en la lealtad a un partido y con muy pocas ganas de destacar como líder podría ser el aliado ideal para el M5E que quiere olvidarse cuanto antes del protagonismo de Salvini.