
Las caídas que están sacudiendo al sector bancario en las últimas sesiones, acentuadas por el anuncio de nuevos aranceles por parte de la administración Trump, han encendido las alarmas entre muchos inversores. El mercado, fiel a su naturaleza volátil, ha reaccionado con fuerza al temor de una nueva escalada en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y el resto del mundo, lo que ha servido como catalizador para una recogida de beneficios generalizada. Sin embargo, como ocurre a menudo en los mercados financieros, el ruido a corto plazo puede ser el mejor aliado del inversor paciente y estratégico.
La buena noticia -sí, la hay, aunque hoy cueste verla entre tanto rojo- es que el índice europeo de bancos, el SX7R (STOXX Europe 600 Banks), no logró alcanzar los máximos del año 2007 durante su última y potente subida. Se quedó a apenas un 10% de ese hito histórico, justo antes de que estallara la crisis de Lehman Brothers. ¿Por qué es relevante esto? Porque ese era el objetivo técnico que desde Ecotrader veníamos señalando como referencia para reducir exposición en bancos, una zona que representaba una resistencia clave de largo plazo y que todavía no ha sido alcanzada. El hecho de que no se haya tocado esa cota refuerza la hipótesis de que esta caída no es el final del movimiento alcista de fondo, sino una corrección saludable dentro de una tendencia que aún podría tener recorrido.
Desde hace semanas vengo insistiendo en la necesidad de tener paciencia. Lo dije por activa y por pasiva: no había que precipitarse en la compra de bancos tras el rally, sino esperar a que el mercado ofreciera una caída, una nueva oportunidad para entrar con mejor ecuación rentabilidad-riesgo. Ese momento ha llegado. Lo que en su día pedía como condición para volver a cargar el sector, se ha materializado con claridad.

Estoy convencido de que, una vez se disipe el nerviosismo actual y el polvo de esta tormenta se asiente, el SX7R volverá a apuntar con decisión hacia el objetivo que aún tiene pendiente: cerrar el hueco que lo separa de los altos de 2007. Por eso, para todos aquellos rezagados que semanas atrás lamentaban no haber entrado a tiempo, esta caída no debe interpretarse como un motivo de miedo, sino como una segunda oportunidad.
Porque no lo olvidemos: solo los mentirosos compran en el mínimo. Los inversores reales lo hacen cuando el miedo aprieta y el ruido ensordece. Esa es la esencia del mercado. Y en las próximas líneas les voy a señalar los precios de compra más atractivos en los principales bancos españoles, con el objetivo de acompañar el próximo tramo alcista hacia esa zona de altos históricos que el SX7R aún tiene pendiente conquistar.
BBVA
Cada vez que se forma un proceso bajista, me pregunto qué está corrigiendo exactamente esa caída. En el caso de la banca española, sospecho que estamos ante un ajuste del movimiento alcista que comenzó en los mínimos de 2020. Comprender esto nos permite identificar los soportes y posibles puntos de giro que podrían frenar la caída y hacer que la tendencia alcista se retome. El primer nivel relevante lo encontramos en una corrección proporcional del 38,20% de Fibonacci de esa subida, que en el caso del BBVA arrancó desde los 1,70 euros y alcanzó un techo en los 13,60 euros. Ese primer gran soporte y zona de compra se localiza en torno a los 9 euros. Su alcance ganaría enteros si pierde el soporte de los 10 euros, que es la directriz alcista de aceleración que surge de unir los mínimos de 2022 y de 2024.

Banco Santander
La corrección ha llevado a las acciones del Santander a alcanzar el nivel de corrección del 38,20% de Fibonacci de toda la tendencia alcista de los últimos años que llevó al banco de los 1,25 a los 6,66 euros, tras alcanzar en este comienzo de semana los 4,60 euros. El alcance de este soporte teórico me parece una oportunidad excepcional para comprar acciones del Santander. Si buscan una referencia de stop les sugeriría utilizar los 4,25 euros, que son el punto de partida del último impulso alcista.

Banco Sabadell
Tras protagonizar uno de los tramos más verticales del sector bancario en los últimos tiempos, Sabadell se enfrenta ahora a un ajuste proporcional del movimiento alcista que nació en los mínimos de 2020 desde los 0,20 euros y que recientemente encontró techo en los 2,70 euros. Esta caída, lejos de ser negativa, devuelve atractivo a un valor que estaba muy sobrecomprado.
Una corrección del 38,20% de Fibonacci de esa alza descrita supondría una caída a los 1,75 euros, que encima coincide con la directriz alcista que viene guiando las alzas durante los últimos años. En la zona de los 1,75 euros es una gran oportunidad de compra. La referencia de stop la situaría en los 1,65 euros, que son el origen del último tramo alcista.

Caixabank
CaixaBank ha mostrado en los últimos meses una estructura técnica sólida, pero también ha cedido ante la presión del mercado. Esta corrección podría ser la oportunidad que muchos esperaban tras quedar fuera del anterior rally. El primer gran soporte, correspondiente a lo que sería una corrección del 38,20% de Fibonacci de toda la anterior tendencia alcista que inició en los mínimos de 2020 desde los 1,188 euros y que ha encontrado techo en los 7,50 euros, se localiza en los 5-5,10 euros. Ahí sería una maravillosa oportunidad para comprar / aumentar acciones de CaixaBank.

Unicaja
El perfil de menor capitalización convierte a Unicaja en un valor más volátil, pero también con un mayor potencial de rebote si el entorno mejora. En este comienzo de semana la cotización de Unicaja ya ha alcanzado, como es el caso del Santander, el nivel de corrección del 38,20% de Fibonacci de toda la subida de los últimos años, tras alcanzar los 1,25 euros. Ahí hay que pensar más en comprar que en vender.

Bankinter
Bankinter, tradicionalmente uno de los bancos más eficientes del sector, no ha escapado tampoco de la vorágine vendedora. Esta fase bajista le está acercando a la zona de los 7,25 euros, donde con stop vinculado a que no pierda los 6,90 euros, que son el origen del último impulso al alza, sería partidario de comprar.
