Madrid
Estados Unidos se enfrenta a una grave crisis por la falta de huevos. Hay supermercados que solo permiten comprar una docena por familia. Cadenas de restaurantes que están subiendo los precios de los platos con huevos... La gripe aviar está diezmando las granjas de gallinas ponedoras en Estados Unidos, y provocando una escasez histórica, disparando además el precio de uno de los alimentos más consumidos.
El comienzo de la crisis se fija en febrero de 2022, cuando se detectaron los primeros casos en el país. Parecía que eran capaces de controlar la situación, pero lejos de contenerla, pero desde el pasado otoño las nuevas infecciones no dejan de dispararse. El virus ha llegado a su punto de crecimiento exponencial, y sus efectos se dejan sentir en la enorme cantidad de gallinas muertas cada semana.
La influenza aviar ha afectado a más de 22 millones de gallinas ponedoras, que equivalen al 6% del parque productor norteamericano, que cuenta con una población de 378 millones de animales. Además, cada granja afectada tardará al menos medio año en retomar su actividad.
Por suerte, el mercado Español se muestra totalmente ajeno a esta realidad, gracias a que cuenta con un sólido mercado interno, que se autoabastece, y que le hace menos dependiente de eventualidades externas.
Mientrasen Estados Unidos el precio de la docena de huevos está a niveles récord, rozando los 7 euros, tras triplicarse en el último año, en España el precio del huevo ha subido tan solo un 2,2%, según los datos del IPC, situando el precio de venta en 2,4 euros la docena.
Comercio internacional
Desde Estados Unidos están tratando de reconducir esta situación desde hace meses, supliendo su falta de producto con la compra en otros países vecinos, donde les sale más barato que hacerlo en Europa, o incluso sustituyendo el huevo por otras alternativas para fabricar alimentos, según declaraciones de la directora de la Asociación Española de Productores de Huevos, Mar Fernández, en declaraciones a EFE.
En todo caso, las transacciones de huevos entre Estados Unidos y la Unión Europea son escasas, en ambos sentidos. Por un lado, porque Estados Unidos solo permite la entrada de huevo europeo en cáscara, con destino a la transformación en ovoproducto, no para consumo directo. Y con un arancel de 2,8 céntimos por docena. Mientras que, desde la Unión Europea, directamente, no hay interés en comprar huevos norteamericanos, pues cuentan con una política menos estricta en áreas como el control de la salmonella.
En esta línea, en España hay escaso interés en el huevo de Estados Unidos. De hecho, rara vez supera las 100 toneladas anuales, un 0,1% del volumen exportador de nuestro país, que en 2024 rebasó las 125.600 toneladas, principalmente a otros países de la Unión Europea.
La crisis de 2015
Lejos queda en el tiempo la crisis similar que vivió Estados Unidos hace una década, cuando un nuevo impacto de gripe aviar le obligó a importar producto, y entonces sí que recurrió al mercado europeo, con España a la cabeza. De hecho, aquella crisis permitió la entrada de los huevos españoles al mercado estadounidense... y por la puerta grande: envió más de 22.600 toneladas en tan solo 6 meses.
Tampoco en aquel caso el mercado interno español se vio afectado, porque lo que hicieron los operadores nacionales fue, únicamente, redirigir sus exportaciones, centrándose en Estados Unidos, que pagaba mejor.
Hoy, el interés de los operadores por Estados Unidos es escaso, porque la situación no tiene nada que ver. Ahora, el mercado interno es sólido, la oferta y la demanda están más ajustados, los compradores más fidelizados y el consumo al alza.
También se suma a ello la disminución progresiva de producción de huevo en jaula, el más barato, una tendencia que avoca a España y al resto de la Unión Europea a ser menos competitivos y atractivos en el exterior y a centrarse por lo tanto en el mercado intracomunitario.
En definitiva, ni Estados Unidos está por la labor, al menos de momento, de comprar en un mercado europeo con precios más caros ni la Unión Europea siente la necesidad de potenciar su exportación hacia ese destino porque goza ahora de una oferta y demanda bien ajustada y con un mercado intracomunitario sólido.
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