Donald Trump ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Y su vuelta a la Casa Blanca no solo inquieta a algunos de sus vecinos, sino que es un sentimiento que recorre el mundo, y llega también a España, especialmente a sus agricultores. Y es que su defensa del proteccionismo es motivo de preocupación para la exportación español agroalimentaria, que ya sufrió las consecuencias de los aranceles impuestos en su anterior mandato.
Hay que recordar que Estados Unidos es el primer mercado de destino para los alimentos y las bebidas de España fuera de la Unión Europea, además del séptimo socio comercial en valor: solo en 2023 esas exportaciones alcanzaron los 2.747 millones de euros.
Y la industria agroalimentaria aún tiene en mente el recuerdo de los aranceles que la Administración Trump aplicó en 2019, por cerca de 7.000 millones de euros a 113 productos españoles. Una decisión que se enmarcaba en la disputa con la Unión Europea por los subsidios a los gigantes aeronáuticos Airbus y Boeing.
Aunque los aranceles fueron suspendidos en 2021 durante 5 años, aún queda pendiente su eliminación definitiva. Y siguen vigentes los aplicados a la aceituna negra de mesa.
Aún así, la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas ha expresado su confianza en que se respeten los acuerdos alcanzados en la Organización Mundial del Comercio, y que el diálogo entre las autoridades permita unas relaciones comerciales equilibradas.
El saldo comercial agroalimentario y pesquero es positivo para España, que tiene entre sus productos más exportados a Estados Unidos el aceite de oliva, el vino y el mosto, junto a otras legumbres y hortalizas en conserva.
Aceite de oliva
Desde Asoliva insisten en la importancia de un mercado en el que sus ventas se han incrementado en 100.000 toneladas en los últimos 6 años, hasta las 430.000 toneladas actuales. Los aranceles impuestos durante el mandato de Trump hicieron que se perdiera el 80% del aceite de oliva español en ese destino, en beneficio de otros países productores, explican, en declaraciones a EFE.
Y aunque durante la Administración Biden se abrió un periodo de suspensión, no ha habido avances en la negociación en los últimos 3 años.
Por eso, ahora ven con preocupación la intención de Trump de retomar la agenda proteccionista, que perjudica en primer lugar al consumidor internacional, ya que se enfrentará a mayores costes y a menor acceso a ciertos productos.
Preocupación del vino
Una situación de incertidumbre que comparten con el sector del vino, que teme cómo será la relación comercial entre Europa y Estados Unidos, según la Federación Española del Vino, que ya se vio afectada por los aranceles en su anterior mandato.
El deseo de este organismo es que no se materialicen problemas como los de hace unos años, y que se puedan resolver las disputas comerciales con diálogo, puesto que al final la globalización del vino es un hecho.

España es el cuarto país en el que más dinero gasta Estados Unidos en la compra de vino, con más de 340 millones de euros. Desde el Observatorio Español del Mercado del Vino creen que los aranceles de entonces respondieron a motivos muy concretos que ahora no tendrían que repetirse.
En el horizonte está una negociación comercial global entre Estados Unidos y la Unión Europea, todavía con contenciosos abiertos, sin olvidar los frentes con China y las relaciones geopolíticas a nivel mundial.
Aceituna negra de mesa
Luego está el caso de la aceituna negra de mesa, que desde 2018 tiene un arancel del 35% en cada envío a Estados Unidos, por otro litigio ligado a las subvenciones comunitarias, por supuesta competencia desleal.
Según la patronal del sector, la búsqueda de una solución futura parece ahora más difícil con el triunfo de Trump, a la vista de los anuncios de intensificación de su política proteccionista.
Tras la experiencia durante la presidencia de Biden, que no ha supuesto ningún cambio, desde Asemesa consideran que ya no puede irle peor a este sector, que ha perdido más de 280 millones de euros por el arancel.
La Organización Mundial del Comercio falló contra esa medida a la aceituna negra española en 2021 y el país norteamericano se comprometió después con la Unión Europea a adecuar su legislación antes del 14 de enero de 2023. Sin embargo, en septiembre de 2022 una nueva sentencia en Estados Unidos a favor de la imposición del arancel a la aceituna negra española volvió a cuestionar las ayudas a la agricultura de la UE.
En julio de 2023, la Comisión Europea llevó de nuevo a Washington ante la OMC por no haber eliminado el arancel y el contencioso se reabrió con la creación de un nuevo panel.
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