Desde su inauguración, a principios de la década de los 90, el Teatro Kapital se convirtió en un icono de la cultura y el ocio nocturno de Madrid y de España. Más allá de haber sido capaz de atraer a visitantes de todo el mundo, de mezclar estilos musicales gracias a sus 7 plantas y la reinvención constante para mantenerse en la éite, también cuenta con un modelo de negocio que es toda una referencia en el sector.
Para encontrar los orígenes de la discoteca más grande de Madrid hay que remontarse muy atrás en el tiempo, hasta hace casi un siglo. El edificio que hoy alberga el Teatro Kapital, en la Calle Atocha de Madrid, fue construido entre 1928 y 1929, diseñado por el reconocido arquitecto Eduardo Lozano Lardet. Y nació no como una discoteca, sino como un cine, el San Carlos.
Desde su inauguración, este cine se convirtió en un lugar habitual de diversión para los jóvenes de la zona. Tuvo un parón durante la Guerra Civil, donde fue utilizado como una checa por las milicias de la FAI, hasta que recuperó su actividad tras el conflicto bélico. Continuó siendo un cine, hasta que a mediados de los 60 cesó su actividad.
Después, el edificio se rehabilitó para convertirse en una macrodiscoteca, Titanic. Tenía 7 plantas, y cada fin de semana acogía a más de 10.000 personas. La ubicación, entre algunos de los museos más importantes del mundo, en medio del conocido como triángulo de arte (el Prado, el Reina Sofía y el Thyssen), no suele ser la más habitual para este tipo de discotecas, más frecuentes en las afueras de las ciudades. Pero fue todo un éxito. Se convirtió en uno de los epicentros de la noche madrileña. Nos lo cuenta David de las Heras, director general de la compañía, ahora que celebra el 30 aniversario. "Los dueños buscaban un enclave privilegiado, y buscaban una sala que fuese diferente. Ellos soñaban con crear una marca que tuviera la trascendencia y la trayectoria que después ha tenido Teatro Kapital, y que fuese un icono de la modernidad de Madrid y de la cultura del ocio nocturno".
Pero diversos conflictos, además de la evolución propia de una sociedad madrileña que empezaba a dejar atrás la movida, le llevaron a repensar el negocio. Así nació Teatro Kapital. "Fue una respuesta tras la 'movida madrileña', la evolución hacia la cultura del vinilo y de la música disco", explica De las Heras. "Se fijaron en salas de fuera de Madrid, como el mítico Studio 54, pero también eran poseedores de 15 macro salas en Madrid, y quería convertir esta en el buque insignia, por la ubicación y por el público con el que querían conectar", precisa.
Era un cambio de nombre, de concepto y casi de negocio. Y no les fue mal en el proceso. Kapital dejó de ser la discoteca principalmente para jóvenes que era antes, y empezó a atraer a nuevos públicos, como por ejemplo, los famosos. Futbolistas, cantantes, celebrities... y hasta políticos, han pasado por alguna de las plantas de la macrodiscoteca.

Para eso no basta con cambiarle el nombre. Para ellos, la noche no solo es un DJ poniendo música, mientras la gente bebe y baila, sino que fueron pioneros en convertirlo en una experiencia. La creación de un recuerdo que además han ido sabiendo adaptar con el paso del tiempo, evolucionando con las nuevas tendencias. Aplicaron conceptos de marketing empresarial al negocio del ocio nocturno.
Por ejemplo, no se puede omitir en esta evolución la aparición de internet y la revolución que ha supuesto a todos los niveles.
"Hace 12 años, cuando empecé a estar al frente de Teatro Kapital, vivimos la migración de las estrategias de marketing y publicidad, lo que era el antiguo envío por correo del flyer o un soporte de papel para beneficiarse de alguna oferta y comunicar una pieza en concreto, vivimos la transformación al tema de la publicidad en redes sociales y creo que nosotros fuimos pioneros en crear una herramienta que nos permitía que nuestros equipos de venta, gracias a un código QR, podían comunicar en redes sociales la fiesta y gracias a su firma digital", explica el director general. "Éramos capaces de contabilizar la gente que traían y que sus clientes se beneficiarán de un descuento especial. Ese fue un momento clave, por lo que hace aproximadamente 12 años, con la llegada de Facebook, más luego pues todo lo que hemos ido creciendo e innovando, ya sea en LinkedIn, Twitter, Instagram...".
Nuevas experiencias
Internet ha ido muy rápido, ha cambiado muchas experiencias, pero también tiene muchas ventajas. "Con estas herramientas al final lo que nos han permitido es que comunicamos más rápido con nuestros clientes y tener una mayor interacción", explica.
Pero claro, en 30 años pasan muchas cosas, y no todas son positivas. La discoteca también ha tenido que superar momentos difíciles, siendo el más complicado de todos, seguramente, la pandemia de la Covid. "Han sido momentos de incertidumbre y de miedo, en los que no sabíamos si iba a volver a haber discotecas, si la gente iba a tener miedo a las aglomeraciones..., pero la sociedad se ha recuperado bien, y se ha dado cuenta que lo importante es el cariño, el abrazo de los tuyos o poder celebrar cosas con tus amigos", asegura De las Heras.

También hay que saber aprovechar las oportunidades, en este sentido, en Teatro Kapital aprovecharon la pandemia para abrir en las dos últimas plantas un restaurante espectáculo, Quintoelemento, que abre todos los días. "Está permitiendo a mucha gente, que vino el primer año de la discoteca, volver a vivir ahora el concepto, cenando y tomando una copa tranquila".
Para mantener el éxito, una empresa no puede quedarse mirando a su pasado, por muy exitoso que sea, sino que sigue teniendo que mirar al futuro. ¿En qué consiste para Kapital mirar al futuro? "Intentamos adaptar nuestras instalaciones a lo último, en iluminación, en sonido, imagen... No sé hasta qué punto la robótica va a afectar en la manera del consumo en la hostelería, y también tenemos que estar pendientes de la inteligencia artificial, que podemos encontrar en nuestras pantallas de vídeo arte. Pero al final seguiremos teniendo la necesidad de cariño y de un abrazo", concluye el director general de la compañía.
Teatro Kapital, que sigue siendo epicentro del ocio nocturno de Madrid, tampoco olvida su pasado pero no deja de mirar al futuro, con un único objetivo: que los clientes sigan volviendo.