El escenario de incertidumbre y crisis provocado por la guerra en Ucrania no parece afectar, por el momento, a Kutxabank, que -según señaló en un comunicado- ha alcanzado los objetivos fijados para el inicio de 2022.
El banco que preside Gregorio Villalabeitia cerró el primer trimestre de este año con un beneficio neto de 75,1 millones de euros, un 21,6% más que en el mismo periodo de 2021.
Los ingresos 'core' del negocio bancario registraron un crecimiento del 7,3%, hasta los 296,3 millones, impulsados por los ingresos por servicios y por la actividad aseguradora, que avanzaron un 13,7%.
El margen de intereses también creció por encima de las previsiones y se situó en 138,2 millones, un 0,8% más. Según la entidad, estos datos reflejan que el 53% del negocio 'core' bancario proviene de la aportación de los ingresos por servicios y seguros, superando la contribución del margen de intereses. Cubren, además, el 105% de los gastos de explotación totales.
La aportación recurrente de la cartera de participadas, vía cobro de dividendos y de la contribución de las asociadas, así como otros resultados no recurrentes de la cartera de deuda, alcanzaron los 14,4 millones. Así, el margen bruto superó los 300 millones, un 10,3% más.
Dividendo del 60%
La junta general de accionistas de Kutxabank aprobó el miércoles el reparto de un dividendo del 60 % de los beneficios del ejercicio anterior. El banco retribuirá con 129,9 millones a sus propietarios, BBK, Kutxa y Vital.
En febrero pasado ya abonó a las tres fundaciones citadas un pago extraordinario de 42 millones por los resultados de 2019. De esta manera, BBK, Kutxa y Vital recibirán en total 171 millones de dividendo.
Desde la creación del banco hace diez años, la entidad ha aportado 1.090 millones a las fundaciones para que desarrollar obras sociales en sus respectivos territorios.