
El Senado introduce este jueves las enmiendas a la ley que incluye la deducción de 340 euros para que los perceptores del Salario Mínimo no paguen IRPF. Una medida que pidió Yolanda Díaz y que María Jesús Montero aceptó a regañadientes. El problema es que tal y como está redactada ahora la medida se excluye a los parados y a los pensionistas de dicha deducción. En el caso concreto de los jubilados, la cifra de personas que cobran una nómina similar al SMI y quedan fuera del beneficio fiscal supera los 400.000. La normativa, por tanto, supone un agravio para los pensionistas que me cobran y para los desempleados respecto al resto de perceptores del SMI. Resulta por ello necesario un cambio en la normativa durante su trámite parlamentario.