
La banca europea lleva años quejándose del exceso de regulación que sufren. Algo lógico habida cuenta de que entre 2019 y 2024 se publicaron 1.800 normas, a una media de 1,3 por día. Por fortuna, su reclamación parece que está siendo escuchada. Así lo demuestra que Bruselas, el BCE, la EBA y el Banco de España monten equipos para aliviar la regulación al sector. De momento, este grupo de trabajo ya ha identificado 122 normas que dejarán de ser prioritarias y varías áreas para reducir la carga de los reportes. Con ello, Bruselas demuestra darse cuenta de que necesita a un sector financiero sólido capaz de competir en la era de Trump. Y más aún en un escenario en el que las entidades serán claves para sostener los objetivos de inversión de la Unión en defensa.