
Además de la central de Madrid y la sede de Barcelona, el Banco de España cuenta en la actualidad con otras 15 sucursales desplegadas por todo el país que están totalmente desaprovechadas. Se trata en concreto de una red de locales con una plantilla total de 407 empleados, lo que da una media de 27,1 trabajadores por cada una de ellas, con una actividad muy limitada. Tanto es así que estas delegaciones tienen como función principal restaurar billetes que están en circulación. Una situación de infrautilización con la que el actual gobernador de la entidad, José Luis Escrivá, quiere terminar. Para ello ha lanzado una adecuada iniciativa para dotar de actividad a cada una de las sucursales, empezando por la de Barcelona, que ya cuenta con un centro de innovación.