Economía

Bruselas refuerza la vigilancia sobre las importaciones en plena tensión comercial con EEUU

  • Trata de evitar que el mercado comunitario sea objetivo de la desviación de productos de China
  • Este mecanismo busca esquivar prácticas de 'dumping' y producción dotada de subsidios
El comisario de Comercio y Seguridad Económica, Maroš Šef?ovi?. 
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Las tensiones comerciales por la escalada arancelaria abren frentes para la UE y no solo al otro lado del Atlántico. Bruselas debe tener los ojos abiertos para no sufrir daños colaterales en un tablero de juego en el que las reglas previas ya no sirven. Y debe mirar de cerca al gigante asiático. La Comisión Europea ha dispuesto este jueves un nuevo mecanismo de vigilancia de las importaciones con el que pretende evitar la llegada masiva y perjudicial de productos de terceros países a la UE.

El bloque comunitario encarna una de las principales amenazas derivadas de la guerra comercial entre Washington y Pekín. Si EEUU deja de importar productos de China, con toda probabilidad este flujo comercial se redirigirá a la UE. Una coyuntura que podría llevar a que el mercado único se viera inundado por la sobreproducción china, que constituye uno de los principales problemas, tanto para Bruselas como para la Casa Blanca, de la operativa del gigante asiático.

"El objetivo de este sistema es evitar una desviación perjudicial del comercio, que se produce cuando una cantidad significativa de mercancías que no puede entrar en otros mercados debido a aranceles elevados y otras restricciones se desvía hacia la UE", apuntó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.

La herramienta utilizará los datos de aduanas. De esta forma, la Comisión Europea podrá identificar cualquier aumento de las importaciones y tomar medidas tempranas para proteger el mercado comunitario. La herramienta permitiría evitar prácticas de dumping y controlar mejor la venta de productos que cuentan con subsidios de terceros países, como hizo con las importaciones de vehículos eléctricos de China.

Pekín está en la lista de países cuyas importaciones de productos podrían dañar la economía europea. Especialmente en sectores como el químico, textil, metales básicos, madera y maquinaria. Pero entre esas importaciones a vigilar se encuentran también los textiles y químicos procedentes de la India o químicos y productos del sector de alimentación y bebidas procedentes del mercado estadounidense.

"Valoramos la relación económica y comercial de la UE y China. Pero el impresionante crecimiento de China no puede venir a expensas de la economía europea", ha afirmado el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, en un evento de seguridad económica organizado por European Policy Center.

"Estamos comprometidos con reequilibrar esta relación y establecer la igualdad de condiciones en comercio e inversión, con una apertura simétrica de mercados", ha indicado el comisario eslovaco que esta misma semana se reunió con el ministro chino de Comercio, Wang Wengao.

Para reforzar esta iniciativa, Bruselas ha pedido a los fabricantes europeos las asociaciones industriales y a los países que revisen las tendencias de importación y aporten más información sobre el mercado y datos sobre la situación económica de la industria. Todo ello permitirá que la Comisión Europea pueda identificar más fácilmente productos que puedan experimentar grandes impulsos en sus importaciones.

El comisario de Comercio puntualizó que Bruselas pretende que "China ataje cuestiones sistémicas que afectan a Europa y a otros socios, como la sobreproducción, los subsidios, las barreras de accesos a sus mercados, las restricciones en las exportaciones de minerales críticos, las condiciones de inversión y el desvío de comercio", ha explicado.

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