Madrid
Los aranceles anunciados por Trump el pasado dos de abril han desplomado las bolsas de todo el mundo. El Ibex, por ejemplo, se dejó algo más de un 10% en solo tres sesiones. La reacción de los inversores es comprensible habida cuenta de que el inicio de la guerra comercial pasará factura al crecimiento e impulsará los precios. Pero esta situación de mercado, por muy oscura que pueda parecer, alberga ciertos resquicios por los que la luz logra hacerse hueco. Así, las últimas caídas han provocado que el dividendo del índice nacional vuelve a ofrecer más de un 5% de rentabilidad. Un retorno atractivo que puede animar a construir carteras, pero siempre pensando en el largo plazo, ya que nada hace indicar que, de momento, las bolsas vayan a remontar.
