Opinión

Sobre el grave problema de la vivienda

  • España necesita 600.000 viviendas para asegurar la demanda de la población

Hace ya muchos años (en 1992) el economista John Kenneth Galbraith escribió lo siguiente: "No hay ningún país avanzado en el cual el sistema de mercado produzca casas a las que puedan acceder los más pobres". Y España no es una excepción. Hoy, el acceso a la vivienda de los jóvenes españoles o inmigrantes se ha convertido en un problema que trae, además, encadenados otros no menos graves: creación de nuevos hogares, caída de la fecundidad, etc.

Según el Banco de España, faltan en España 600.000 viviendas. No puedo asegurar que estas cifras sean exageradas, aunque sí lo parecen, mas, en cualquier caso, lo que sí es cierto es que los precios de los alquileres o de compra han crecido entre 2 y 3 veces más que los salarios.

Algunos datos: En España, el 66% de los jóvenes entre 18 y 34 años vive con sus padres, frente al 50% de 2010. Ya entonces en España era un país con emancipación tardía, pero ahora sólo nos superan Croacia, Eslovaquia, Portugal, Italia, Polonia y Grecia, en fuerte contraste con Francia (45%) o Alemania (31%). Hoy, el 65% de los pisos alquilados emplean más del 25% de los ingresos de los inquilinos.

En las últimas cuatro décadas, las viviendas de precio protegido han pasado de ser el 60% de los nuevos inmuebles al 20% y ya no representan ni el 3% del total. Y es que las administraciones públicas –todas- llevan años sin ocuparse de este problema.

Pienso –y alguna experiencia tengo en ello- que parar esta debacle sólo podrá hacerse construyendo viviendas públicas a un ritmo acelerado. Esas viviendas públicas deberían cubrir una parte importante de las demandas insatisfechas.

Parar por decreto el precio de los alquileres no es la solución. Eso ya se hizo en tiempos del franquismo y lo que se consiguió fue destruir el mercado de los alquileres. Jesús Leal, catedrático de Sociología, ha escrito a este propósito lo siguiente:

"Por muy doloroso que sea, un planteamiento a largo plazo dará prioridad al crecimiento del parque de viviendas, que es la mayor causa de esa subida de precios. En todo caso, habrá que buscar medidas que no provoquen la huida de los arrendadores".

Dentro de la demanda de vivienda no satisfecha existe una parte que no se suele contemplar. Me refiero a la que genera el turismo y no la de los turistas, sino la que crean quienes trabajan en el sector. Por ejemplo, en Baleares la mano de obra especializada ha comenzado a escasear. Hoteles, restaurantes y otros comercios turísticos han tenido dificultades en los últimos años para captar empleados de temporada por el gran incremento de los precios de la vivienda. El salario medio del sector no va acompasado con el ritmo de crecimiento de los alquileres.

La señora María Frontera es la presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca y a este propósito ha dicho lo siguiente: "No hay vivienda para nuestros trabajadores como no la hay probablemente para nuestros hijos y eso es un problema estructural muy serio que nos hace perder competitividad".

Como se ve, la carestía de la vivienda no sólo afecta a los jóvenes, es ya un problema general que las instituciones públicas (Gobierno, CC.AA. y Ayuntamientos) deberían abordar de consuno y dejar de echarse la culpa unas a otras.

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