Opinión

La vivienda desde Roma hasta nuestros días

  • Revista de Buen Gobierno, Iuris & Lex y RSC
Foto: Istock

La vivienda en Roma marcó el inicio de una política habitacional de manera sistemática en la historia de la humanidad. Roma creció intensamente, pasando de 150.000 habitantes en el año 200 a.C. a 1.000.000 en el año 70 a.C. Este aumento de población nos permite imaginar la necesidad de una política de vivienda adecuada para cubrir las demandas de esa época.

El derecho civil romano regía el principio de "superficie solo cedit", es decir, todo lo edificado pertenecía al dueño del suelo. De esta manera, no existía la posibilidad de entender la actual división horizontal (aprobada en nuestro país en 1960), donde los pisos están separados del dominio del suelo.

En Roma, no se conocía la división horizontal, y solo se podía acceder a la propiedad a través de las Domus, mientras que la mayoría de la gente vivía de alquiler. La escasez de solares y la limitación de construir más de cinco plantas generaron, evidentemente, las primeras tensiones en el mercado de alquiler en la historia de la humanidad.

Curiosamente, durante la época de Cicerón, se produjo la primera intervención estatal ante la crisis de los alquileres. El pretor presentó un proyecto de ley que condonaba las deudas y eximía a los inquilinos del pago de sus alquileres. Sin embargo, el Senado, compuesto por numerosos propietarios, encargó a los cónsules que tomaran las armas y restablecieran el orden tras la convulsa lucha entre propietarios e inquilinos. Es interesante observar que las disputas por el tensionamiento del alquiler se iniciaron ya en la época romana.

En Roma, la propiedad se regía por el concepto de dominium, que otorgaba al propietario derechos absolutos sobre ella, una idea recogida posteriormente por el Código Napoleónico de 1808. La vivienda en Roma tenía una gran importancia social, siendo el centro de la vida familiar y reflejando el estatus y la riqueza de sus habitantes. No era lo mismo vivir en una Domus, casa familiar típica de las clases altas, que en una Insulae, edificios de apartamentos comunes habitados por las clases más bajas.

En resumen, la vivienda en el derecho romano era mucho más que un espacio físico: era un símbolo de propiedad, estatus social y protección legal, reflejando la importancia de la vida familiar y comunitaria en la sociedad romana.

Actualmente, en algunos países como los Países Bajos, la limitación al precio del alquiler ha llevado a que los grandes tenedores de viviendas opten por vender sus propiedades y retirar los inmuebles del mercado de alquiler. Esto ha convertido el alquiler en una tarea casi imposible.

En el Reino Unido, los precios del alquiler han alcanzado récords, incrementándose casi un 10% en 2024. Londres lidera este aumento, aunque otras ciudades también registran subidas significativas. La migración récord ha aumentado la presión sobre la demanda de viviendas en alquiler, mientras que la falta de construcción de nuevas viviendas agrava aún más el problema. El Gobierno está considerando implementar medidas para regular el mercado de alquiler, como limitar los aumentos de precios o introducir controles de alquiler.

En Francia, el mercado del alquiler en 2024 sigue siendo tenso, con precios en aumento y una escasez de viviendas disponibles. Aunque el gobierno está implementando medidas para regular el mercado y fomentar la vivienda social, la situación sigue siendo complicada, especialmente en las grandes ciudades. Francia tiene un porcentaje de vivienda social superior a la media europea, pero aún insuficiente para cubrir la demanda, pese a las ayudas al alquiler para jóvenes y familias con bajos ingresos.

En nuestro país, el mercado de alquiler sigue siendo una auténtica quimera. Es prácticamente imposible encontrar una vivienda de alquiler en condiciones razonables en las principales ciudades. Ante estas dificultades, las distintas administraciones están promoviendo programas de cooperativas de vivienda en cesión de uso, viviendas colaborativas y fomentando la construcción de vivienda pública en alquiler a precios asequibles para personas con bajos ingresos o en situación de vulnerabilidad. Asimismo, se está introduciendo una nueva figura, la vivienda intergeneracional, que implica la convivencia de personas mayores que comparten su vivienda con jóvenes a cambio de compañía, ayuda en las tareas domésticas o un alquiler reducido.

Es evidente que, si analizamos la evolución de la problemática de la vivienda, ya sea en régimen de propiedad o de alquiler, sus inicios se remontan a la época del Imperio romano. Curiosamente, veintidós siglos después, el problema persiste y se repite. Necesitamos encontrar una solución al problema habitacional que afecta tanto a nuestro país como a gran parte del mundo.

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