
El sector inmobiliario está en auge no sólo por la creciente demanda de viviendas que estamos experimentando a nivel interno, sino también por el interés cada vez mayor de los inversores internacionales en nuestro país. De hecho, los extranjeros están ganando protagonismo en la compra de viviendas en España, mostrando una particular atracción por las zonas costeras de regiones como Andalucía o Valencia.
Ante este escenario de alta demanda, las oportunidades para el sector inmobiliario son inmensas y representan un gran atractivo para dinamizar la inversión en este mercado. Esto explica, en gran medida, el impulso que han experimentando en los últimos ejercicios los nuevos proyectos residenciales en las zonas más dinámicas del país, ampliando así el alcance del know-how de las promotoras españolas.
Sin embargo, el contexto actual, caracterizado por la falta de financiación y la dificultad del acceso al crédito, dificulta la promoción de nuevas viviendas debido a la insuficiencia de fondos para desarrollarlas. Las exigencias económicas de cada proyecto, unidas a la dificultad a la hora de solicitar la financiación necesaria, provocan que proyectos con mucho potencial no lleguen a materializarse, impactando negativamente en el sector y en la economía nacional.
Este hecho contribuye significativamente a que nos encontremos en un momento en el que la balanza entre la demanda y la oferta de vivienda esté desequilibrada. La dificultad para acceder a la financiación bancaria incide en la capacidad de las promotoras para desarrollar nuevos proyectos, lo que a su vez repercute en la oferta disponible en el mercado, limitando las opciones para los compradores de vivienda. Esto genera un ciclo perjudicial que ralentiza el mercado de la compraventa, al reducir la capacidad de pago de los clientes frente a unos precios mucho más elevados.
Frente a esta realidad, las promotoras inmobiliarias estamos apostando por nuevas vías de financiación que nos permitan impulsar el desarrollo de nuevos proyectos y mantener un crecimiento sostenido en el tiempo. Una de las fórmulas que está ganando impulso y que mejor acogida está teniendo son los acuerdos de coinversión, que además de ofrecer capital para la financiación del proyecto en cuestión, aportan experiencia y conocimientos para identificar y aprovechar nuevas oportunidades en el mercado, asegurando atractivos retornos de capital.
La coinversión juega un papel crucial en la ejecución de la estrategia de negocio de las compañías, como es el caso de Exxacon, contribuyendo a fortalecer y ampliar la presencia de las promotoras en el mercado inmobiliario. Este tipo de alianzas nos permiten explorar, de la mano de nuestros partners, nuevas posibilidades de expansión geográfica en las zonas de más alta demanda para desarrollar proyectos inmobiliarios con un gran potencial de crecimiento. En este sentido, se está observando un auge en el interés de los family offices por las promotoras inmobiliarias como nueva vía de inversión para ejecutar proyectos residenciales de primer nivel. La seguridad y la estabilidad que caracterizan a nuestro sector son los ingredientes clave que impulsan la participación de los family offices, asegurando, a la vez, una fuente de financiación estable y a largo plazo.
La relación entre el sector inmobiliario y los family offices está ganando terreno en el mercado español. La inversión de estos vehículos en el sector es cada vez mayor a raíz de la búsqueda de activos estables y retornos sostenibles en un contexto marcado por la volatilidad de los mercados financieros. Este contexto desafiante ha provocado la emergencia de nuevas fórmulas de financiación que, poco a poco, permiten al sector inmobiliario hacer frente a las expectativas del mercado. A este respecto, los family offices juegan un papel cada vez más prominente y ofrecen una visión a largo plazo que facilita, además de la estabilidad financiera, una planificación estratégica en el desarrollo de proyectos de primera categoría.