
Llevamos unos años, prolongados, donde la política monetaria o simplemente las decisiones sobre el dinero, la de los bancos centrales, han sido fundamentales. En este 2024 las expectativas, están o estaban puestas en una posible caída de los tipos de interés oficiales. Algunos preveían ya que los bancos centrales podrían iniciar una rebaja de los mismos, sin embargo, éramos algunos los que no contemplábamos esta posibilidad.
No nos cabía en la cabeza, la política monetaria en el medio y largo plazo es muy determinante, no en el corto plazo. Temas como actividad, mercado laboral, coste de materias primas, mercado del trabajo, costes labores, evolución de los precios subyacentes, precio de la energía, costes laborales y otras variables atraen nuestra atención.
Las dos principales economías del mundo, la de los Estados Unidos de América y el área euro, acaparaban nuestra atención. Pero también está Japón. Y también en Europa el Banco de Inglaterra.
Cada uno tiene sus propias particularidades, el propio imperio chino, está atravesando por problemas para impulsar su demanda privada, especialmente en el sector de la construcción.
Ahora bien, me tomo la libertad de centrarme en el área euro y por supuesto en el país que preside Biden. Ambas zonas presentan una situación diferente, y si alguien quiere añadir que es muy a diferente, podría hacerlo sin problemas.
En los EEUU, donde la Reserva Federal -FED-, era el último en comparecer, se habían creado expectativas de una caída de sus tipos de referencia. Sin embargo, la actual economía número uno presenta un gran atractiva macroeconómico. Su mercado laboral funciona perfectamente, es más añade subida a los salarios de los trabajadores. El índice S&P 500 está en niveles estratosféricos. Las expectativas de consumidores y, no tanto, la de los oferentes continúan en niveles más que aceptables. La evolución del precio de bienes y servicios se ha ido moderando, aún cuando se sitúan por los niveles que gustan a los bancos centrales. Según las propias palabras de Powell: "seguimos muy atentos a los riesgos de inflación"
Por tanto y tan solo con estos mimbres, ¿realmente la Fed debería bajar sus tipos de interés o mantenerlos? La respuesta, después de haberse moderado las expectativas de la caída de estos, la conocimos el miércoles noche. EEUU, la Fed que es su banco central y quien dirige la política monetaria, decidió dejar los tipos invariables, 5,25-5.50%. Parece que ahora, véase los tipos implícitos de su interbancario, se comienzan a trasladar a la primavera. Ya veremos si realmente es así, casi con seguridad la autoridad monetaria va a tener mucho cuidado y puede que no sea muy agresiva en los descensos.
Veremos. Sin evaluar y valorar las variables macroeconómicas es difícil hacer previsiones económicas; especialmente si miramos lo que ocurre con el precio del crudo y, sobre todo, como el de Mar Rojo, así como otros conflictos bélicos.
Antes de la Fed la cita era de nuestro banco de Fráncfort -BCE-. Algunos, quizá muy optimistas avalaban un recorte de los tipos. Sigo pensando que están muy equivocados, es más que probable que nuestra autoridad monetaria vaya retrasada sobre la Fed.
Ciertamente los datos de empleo pueden avalar, así como la recesión de Alemania y otros países de su órbita las ratios de recesión o atonía. Sin embargo, esto no ocurre con los países periféricos, España o Italia como ejemplo. Aquí, hay que volver o quizá a recordar el daño causado, no solo, especialmente por la elevación del precio de los bienes y servicios en la República de Weimar y que dio lugar a la horrible II Guerra Mundial.
El Bundesbank, banco central de Alemania, sigue teniendo una vigilancia exquisita y muy apropiada sobre la evolución de precios de los bienes y servicios. Siendo cierto que cada vez más el BCE mira el PIB y su evolución, al igual que el mercado del trabajo y sus ratios, el IPC y los gastos personales continúan copando sus preocupaciones.
En mi visión el BCE no iba a bajar sus tipos directores, donde por cierto ya nos avisaron que no estaba en su agenda. Veremos cuando proceden a rebajar los mismos, solo hay que mirar la curva del Euribor y calcular los tipos implícitos. Es probable, no aseguro que sea así, que el BCE no modifique a la baja el precio del dinero durante gran parte del 2024.
Puede ser, que, hasta el tercer trimestre de este año, por supuesto también el primer trimestre de 2025, el BCE mantenga los tipos en los niveles actuales. Habrá que estar, como es costumbre, muy atento a la palabra de aquellos que ocupan los puestos de alta responsabilidad; así quizá, podemos entrever cuando se produce la tan ansiada, para los financiados e hipotecados, rebaja.
Seguimos de momento- ya que todo demuestra que es así- en un contexto donde la elevación de precios o inflación tiene posibilidades de continuar. Afortunadamente todo parece que modera las presiones, sin embargo, los bancos centrales tienen que ser exquisitamente cuidadosos para que la inflación se desvanezca y los crecimientos de actividad sean lo más sanos posibles.