
El incremento del 18,5% del S&P 500, referencia en EEUU, supera la previsión de ganancias de sus cotizadas. Este desequilibrio coloca al índice con un PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) de 20,5 veces, lo que supone una prima del 8,5% respecto a la media de la década. Por contra, su homólogo europeo, el Stoxx 600, aún se compra a un PER de 12,6 veces, con un descuento del 15,6%. Esta diferencia eleva el atractivo de la bolsa europea. Pero eso no quiere decir que Wall Street no tenga potencial para 2024. Muy al contrario el hecho de que se compre caro se debe al peso de las tecnológicas, que cotizan a peres más altos por su mayor crecimiento. Todo indica, por tanto, que este sector seguirá al alza, lo que beneficiará al conjunto del S&P en 2024.