Opinión

El efecto contagio alarma a Europa

  • La amnistía amenaza la lucha de la UE por acabar con los separatismos regionales
Fotografía del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez.

Decíamos recientemente, y con nosotros importantes y destacados diplomáticos y analistas que en el escenario internacional nadie se fía hoy de la España de Sánchez y nadie cuenta con Sánchez y su España. La humillante exclusión de España, anfitrión y presidente de turno de la UE, de la minicumbre sobre inmigración celebrada entre el Reino Unido, Francia, Italia y Alemania dentro de la cumbre europea de Granada, y la marginación de nuestro país en el documento que estos mismos países más EEUU han firmado condenando la barbarie terrorista de Hamás contra Israel, son sólo dos de los últimos ejemplos de nuestra actual irrelevancia.

Un país España, un presidente Sánchez, y un gobierno socialpopulista que han dejado de ser fiables para nuestros en teoría aliados occidentales y que, como recogía la semana pasada el diario estadounidense The Wall Street Journal, "crea nuevos riesgos para el país y para Europa".

En un artículo titulado España tropieza hacia la inestabilidad el prestigioso rotativo alude a las pretensiones de Sánchez de tratar de mantenerse en el poder "a pesar de sus malos resultados" y alerta respecto a la amenaza de que el todavía presidente en funciones pueda formar un gobierno apoyado por los partidos independentistas. Al tiempo que puntualiza que si se concede la amnistía a los responsables del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y se autoriza un posible nuevo referéndum de autodeterminación, "un acuerdo así provocaría confusión en España y en Europa" y el miedo a un efecto contagio justo en unos momentos en que la UE está inmersa en una lucha por acabar con los separatismos regionales presentes en varios países europeos.

Un aviso que se une a la constatación de que en el seno de la UE, y en los gobiernos de algunos estados miembros, están empezando a plantearse que la presencia de partidos colaboradores de Hamás, Putin y Maduro en el Ejecutivo de Sánchez, en alusión a Sumar, Podemos, Junts per Cat y ERC es un peligro para la democracia, las libertades y la propia seguridad de Europa.

Preocupación e intranquilidad que se extiende también al terreno de la economía, al confirmar que España es uno de los países más beneficiados por los fondos europeos, pero también es uno de los que lleva más retraso en ejecutarlos. En concreto solo se ha licitado el 27% del dinero recibido mientras que los responsables europeos de los fondos" denuncian que no saben dónde ha ido a parar el dinero recibido por España.

De hecho, la Comisión Europea solo constata que hasta finales de 2022 nuestro país recibió 31.000 millones de euros y se gastaron 8.400, mientras que el último informe del Tribunal de Cuentas Europeo señala a España como el país que peor está gestionando el uso de los fondos Next Generation, aludiendo a partidas que no se debieron financiar con este dinero, en unos casos porque no se habían cumplido totalmente los objetivos fijados y en otros porque se destinaron a gastos corrientes que ya tenía el país previamente a estas ayudas.

La pregunta que surge ante estos datos es ¿Por qué se sigue recibiendo el dinero a pesar de tanto incumplimiento? Cuestión ante la que se responde con dos argumentos principales. El primero, porque es evidente que la Comisión Europea no puede dejar caer a la cuarta economía del euro sin poner en grave peligro la propia supervivencia de la Unión. Y el segundo, me lo daba un prestigioso economista y profundo conocedor de los foros europeos: porque también en Europa importa más el relato que la realidad y necesitan vender que los fondos son un éxito, sobre todo de cara a la opinión pública de los países austeros del centro y del norte que son quienes los pagan. Amén.

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