Los partidos acudieron al a recién concluida ronda de contactos convocada por el Rey con las negociaciones para formar Gobierno completamente abiertas.
En esas circunstancias, era imposible que las entrevistas en Zarzuela sirvieran para arrojar luz sobre la futura gobernabilidad. De hecho, el resultado ha sido el previsible al reclamar Feijóo su derecho, como ganador de las elecciones, a presentarse a la investidura.
Sánchez también cumplió el guion al postularse como segundo aspirante a formar Gobierno, sin que ninguno de los dos pueda presentar al monarca una mayoría sólida.
La incertidumbre institucional, sobre todo en lo que respecta a las cesiones que el PSOE hará a los independentistas (Sánchez no reveló nada a este respecto), sigue ahí sin disiparse.
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