
El descenso de las ventas de las empresas del Ibex, registrado en el pasado semestre, no es un caso aislado.
El selectivo se enfrenta a la expectativa de un descenso en su facturación del 5% a finales de este año. Es cierto que ese augurio está muy influido por las dificultades coyunturales de las acereras y las petroleras.
Ahora bien, los datos que van más allá de las grandes empresas cotizadas, confirman la sospecha de que las firmas de nuestro país se enfrentan a problemas.
Lo revela la estadística de cifra de negocios de INE, que en junio sufrió su mayor descenso (también un 5%) en dos años. Los obstáculos planteados por las condiciones más duras de financiación, el menor consumo y la alta inflación ya afectan a las empresas y lo harán con más intensidad este semestre.