
El complejo encaje parlamentario que ha dejado a su paso el 23-J no solo pone en riesgo el ajuste necesario para cumplir con las reglas fiscales. También amenaza el poder adquisitivo de los hogares. Esa es la conclusión a la que han llegado la docena de economistas consultados por elEconomista. Todos coinciden en que el más que probable vacío de Gobierno hasta bien entrado el último trimestre impedirá aprobar leyes para apuntalar la marcha de la economía. Además las dudas que generan los posibles cambios legislativos fruto del entramado de pactos que serán necesarios para formar Gobierno retrasarán las inversiones y a la necesaria mejora de la productividad de la economía nacional. Sin duda, estos factores pasarán una honda factura al PIB de los hogares.