
La decisión de la OPEP de realizar un nuevo recorte de producción de petróleo tuvo una respuesta inmediata en el precio cotizado del crudo, con alzas que llegaron a alcanzar el 8% en la primera sesión de la semana.
De hecho, el mercado contempla ahora que el barril Brent, referente en Europa, pueda cerrar el año en los 95 dólares, lo que implica un 12% más respecto a los precios actuales. Un barril entre los 80 y 100 dólares ofrece los mejores retornos a las petroleras integradas sin afectar a la demanda. Por ello, un repunte controlado del crudo avala al beneficio esperado y al potencial en bolsa del sector que hasta ahora acusa un precio del combustible a la baja. Todo ello en un momento en el que las compañías de esta industria cotizan baratas.
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