Opinión

Una buena educación financiera: factor clave para no complicarnos la vida al pedir una hipoteca

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Las personas somos seres de costumbres. Nos movemos a lo largo de nuestra vida por medio de una serie de hábitos aprendidos, condicionados por nuestro contexto y entorno. Esta forma de ser afecta a todos los aspectos de nuestra vida, desde bien pequeños, y nos acompaña en cada paso que damos, arrastrando a veces tradiciones de nuestros padres y abuelos. Un ejemplo que ilustra estas costumbres en España es la compra de viviendas.

Desde pequeños se nos ha inculcado que la buena salud financiera empieza -y casi termina- cuando con tu primer empleo comienzas a ahorrar para comprar una casa. Un dato que confirma este hecho es que, mientras en la Unión Europea hay países con un 50% de población con propiedades, en nuestro país esa cifra alcanza el 76,2%, el mayor índice de posesión de vivienda de toda Europa occidental, según datos del Eurostat (2021).

Aunque la situación se está revirtiendo a causa de los nuevos modelos de vida y, sobre todo, por la dificultad del acceso a la compra por parte de los jóvenes, en España lo común ha sido siempre tener el dinero en el banco e invertir en la compra de una vivienda desde una edad razonablemente temprana. De hecho, pese a que cada vez hay más productos financieros a nuestro alcance, la mayoría de los españoles seguimos sin plantearnos otra opción y optamos por la compra de una casa. La principal razón detrás de esta decisión es la falta de educación financiera que tenemos en este país.

Nuestro sistema educativo nunca ha contemplado la educación financiera en su currículo y, sin embargo, todos tenemos que relacionarnos y tomar decisiones con un banco, la declaración de Hacienda, nuestras nóminas, etc. Según datos del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA), España se encuentra en la décima posición de los 15 países de la OCDE analizados en cuanto a educación financiera, lo que refleja nuestras carencias en formación económica básica.

Es cierto que poco a poco estamos mejorando en este aspecto, pero todavía debemos seguir impulsando la formación en asuntos financieros, para así tomar las mejores decisiones económicas en cada momento. Una buena educación financiera y estar bien informado son los pilares para tener una mayor capacidad de reacción ante situaciones como la actual, con una crisis energética, inflación y tipos de interés en continua alza.

Comprarnos una casa, la primera gran decisión

Volviendo al concepto de arraigo del que hablaba antes y la importancia de tomar buenas decisiones, es evidente que, para una gran parte de los españoles, la compra de su casa será su primera y la más importante decisión económica de sus vidas.

Equivocarnos puede desencadenar un ciclo de más malas decisiones que afecten durante décadas a nuestra salud financiera, mientras que una buena decisión puede darnos una holgura que nos permita sacar todavía más partido a nuestros recursos económicos.

No me gustaría acabar este texto sin poder dar algunas recomendaciones a la hora de comprar una vivienda y más todavía en una situación tan delicada como la actual. En primer lugar, es necesario dedicar tiempo a estudiar los distintos productos hipotecarios que ofrece el mercado. Invertimos infinitas horas en elegir la zona en la que queremos vivir, la orientación de la casa o el número de habitaciones, y luego vamos a nuestro banco y aceptamos la primera oferta que nos hacen. Desafortunadamente, tu banco no siempre te va a dar la mejor oferta.

Cuando se nos concede un préstamo hipotecario, estamos adquiriendo una deuda que deberá pagarse mensualmente y que nos privará de una cantidad concreta de dinero que no podremos usar para otros proyectos. Tenemos que ser conscientes de que durante 20-30 años vamos a tener que abonar cada mes esa cantidad, debemos estar seguros de que podemos hacer frente a esa deuda y que con el dinero restante podemos hacer frente a otros gastos del día a día. Para ello, lo adecuado es no destinar más de un 30% de nuestro sueldo neto a la hipoteca.

Igual de importante es entender que no estamos solos. Podemos y debemos apoyarnos de expertos que nos ayuden a entender nuestra situación financiera y a tomar las mejores decisiones. Muchas veces, estos profesionales nos mostrarán algunas opciones que, seguramente, ni siquiera conocíamos pueden marcar la diferencia.

Uno de los puntos donde más nos pueden ayudar estos expertos es a entender cómo funciona el mercado inmobiliario. Durante el boom inmobiliario todos escuchamos la famosa frase "la inversión en vivienda es segura porque las casas nunca pierden valor"; y ahora en cambio se escucha frecuentemente que "el precio de las viviendas es altísimo y debería bajar". Podemos tener una gran educación financiera y no entender cómo funciona el mercado inmobiliario, es normal. Por eso, estos expertos pueden ser de gran ayuda para saber si es o no un buen momento para comprar ese inmueble.

En definitiva, si bien siempre ha sido importante tener un entendimiento básico de nuestras finanzas personales, ahora es prácticamente de obligado cumplimiento. Vivimos en un mundo cada vez más cambiante y volátil, con muchísimas situaciones sobrevenidas de inestabilidad que nos condicionan y cambian las reglas del juego cada poco tiempo. Debemos entender los pilares básicos de nuestra economía, y hacer seguimiento de algunos indicadores para saber cómo estamos en cada momento. Esto nos servirá a la hora de tomar decisiones sobre nuestro dinero y poder llevar una vida de gastos equilibrada a nuestra estructura de ingresos. Para ello habremos de ahorrar e invertir con cabeza, para reforzar nuestra estabilidad y bienestar. Y comprar una casa puede ser una gran decisión para ello, pero solo si se hace bien.

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