Opinión

¿Qué le depara el 2023 a la economía española?

Tras la pandemia y la guerra de Ucrania, España encara el 2023 inmersa en una situación muy convulsa. Y todavía quedan curvas. La inflación y la subida de tipos del BCE suponen un freno al crecimiento económico, el bloqueo energético por la guerra de Rusia está dañando en gran medida las economías de Alemania y Reino Unido, que son nuestros principales socios comerciales. Si a ellos les va mal, España se resentirá. Además, el incremento de los tipos de interés podría comenzar a afectar negativamente la demanda interna en España, donde las exportaciones y el sector de la construcción no terminan de despegar.

Nos encontramos en una situación de estanflación y al borde de entrar en recesión (dos trimestres de PIB negativo), pero el problema no es que haya recesión, ya que es el instrumento más útil para acabar con la inflación, sino su duración e intensidad: en el caso de España, los indicios y las políticas que se están aplicando nos llevan a pensar que la recesión podría ser más intensa, en parte debido a que el país aún no ha recuperado los niveles de PIB previos a marzo de 2020, al contrario que la mayoría de los países del entorno europeo.

Así las cosas, la previsión de crecimiento de la economía española se sitúa en un 4,1% para 2022 y en un 1,2% para 2023. Concretamente, el producto interior bruto (PIB) nacional entrará en territorio negativo en el cuarto trimestre del año 2022 y en el primero de 2023. En cuanto a la inflación, nuestro gran problema en este momento cerrará el año en un 8,7%, y se moderará hasta el 5,6% en 2023 en virtud a la continuación de la política de subida de tipos del BCE, lo que aumentará el riesgo de recesión.

El problema con el que nos encontramos es que el Gobierno ha preparado unos presupuestos generales del estado para 2023 que se han convertido en los más expansivos de la historia (con un gasto social récord de 266.719 millones) y que no son realistas. Hay partidas de ingresos y de gastos que no parecen corresponderse con la realidad. El Ejecutivo se apoya en unas expectativas de crecimiento poco realistas y en el aumento de la recaudación a causa de la inflación, pero esta no será permanente, mientras que el nuevo paquete fiscal, que incrementa entre otros los gravámenes a las grandes fortunas, las rentas del capital o las sociedades, permitirá ingresar un máximo de 3.000 millones de euros adicionales, según las previsiones.

Todo ello con un balance de la salud de las finanzas públicas no realista, habida cuenta del poco margen con el que cuenta España para reducir sus niveles de déficit y deuda públicos. En definitiva, el cuadro macro en el que se basa el Gobierno para aprobar las cuentas no es creíble, adoleciendo estas de unos tintes electorales importantes. Terminarán dañando la competitividad de la economía española al debilitar su tejido productivo.

Los fondos Next Generation EU están llegando muy por debajo de su estimación, y eso frena el crecimiento económico. Siguen siendo un soporte al crecimiento inversor, pero a un ritmo de ejecución más lento de lo esperado. España tiene todavía por delante una agenda de reformas que cumplir para continuar accediendo a los fondos NGEU.

Entre los principales indicadores macroeconómicos, la inversión seguirá contribuyendo al crecimiento, pero aminora su potencial por tres factores: el incremento de los tipos de interés, los costes operativos (especialmente energéticos) y la elevada incertidumbre. El sector exterior, por su parte, reducirá la contribución en 2023 ante la ralentización del comercio internacional, el deterioro de la balanza energética y el menor ritmo de recuperación del turismo internacional.

En cuanto al consumo privado, seguirá bajo la presión al alza de la inflación y la subida de los costes de financiación, que deterioran el poder adquisitivo de los hogares. La tasa de ahorro todavía por encima de la media histórica y la estabilidad del mercado laboral sirven de soporte solo de momento. El mercado laboral superó la situación previa a la pandemia en el primer semestre de 2022, pero la variación de parados de julio y agosto de 2022 rompió la tendencia de cinco meses de reducción. Las menores expectativas de crecimiento trimestral y las presiones en costes apuntan a un retorno al 13% de paro a final de 2022 y a un 13,9% para 2023.

El turismo, una industria fundamental para la economía española, ha visto pasar dos años convulsos con un 2020 agónico y un 2021 que permitió un tímido, pero vital resurgir de los viajes. Aunque la rentabilidad se puede recuperar ya en 2022, los volúmenes de negocio no recuperarán los niveles prepandémicos hasta 2024 o 2025, con una aportación estimada del sector para 2022 de 135.461 millones de euros (10,5% del PIB).

En relación a la política económica, siguen siendo necesarias reformas estructurales que den solidez a la economía a medio y largo plazo, entre las que destacan el impulso del crecimiento empresarial, el incremento del capital humano y tecnológico, la reducción de la dualidad del mercado de trabajo y una mayor inclusión de mayores y jóvenes, el refuerzo de la sostenibilidad del sistema público de pensiones y políticas que mitiguen la desigualdad de rentas.

Finalmente, siguen existiendo tareas pendientes importantes en la economía española, en términos de reformas estructurales, como la laboral, la fiscal y la de pensiones, que deben ser abordadas a la mayor brevedad.

comentariosicon-menu3WhatsAppWhatsAppTwitterTwitterLinkedinlinkedinBeloudBeloud
FacebookTwitterlinkedin
arrow-comments

Comentarios 3

En esta noticia no se pueden realizar más comentarios

Derry
A Favor
En Contra

Muy de acuerdo con su artículo. Eso es lo que dicta la ortodoxia económica, pero con esta panda de ineptos canallas no se pueden esperar milagros. En las siguientes elecciones generales se sabrá el cociente intelectual de los españoles y su nivel de estulticia.

Puntuación 3
#1
navegante, en España falta agua y sobran políticos y funcionarios
A Favor
En Contra

Pues con este gobierno un carrusel de adversidades en el mejor de los casos.

Y cuando pierdan las elecciones en manos de la derecha, todos los días pasacalles con pamcartas hasta que cojan el poder para seguir con sus paridas y sus subidas de impuestos.

Puntuación 1
#2
navegante, la izquierda predica pero no da ejemplo.
A Favor
En Contra

Y a todo esto menos mal que algunos barones del socialismo son tantos los sapos que están tragando que no se pueden callar, y lo pregonan pero seguro que sí sí perdonaron a zp. a este los de la ETA, Y los del procés viendo que los han metido en el gobierno, lo mismo le hacen una estatua.

Puntuación 1
#3