Opinión

Previsión para España y Andalucía en 2023

  • Manuel Alejandro Cardenete. Catedrático de Economía de la Universidad Loyola

Nos encontramos en plena época de presentación de previsiones económicas por parte de los diferentes servicios de estudios. La Universidad Loyola ha presentado el Loyola Economic Outlook, en su número de otoño, y con el que lleva ya casi 10 años realizándolo en colaboración con la Confederación de Empresarios de Andalucía, analizando la coyuntura nacional y de Andalucía.

El crecimiento económico mundial se desacelera en medio de un panorama sombrío e incierto.

La alta inflación, el endurecimiento de las condiciones financieras y la persistencia de factores adversos, relacionados con la oferta, están influyendo negativamente en la actividad económica. Los datos procedentes de encuestas señalan una moderación generalizada del crecimiento, en un contexto de alta inflación, y una normalización, en todo el mundo, de la política monetaria como respuesta al proceso inflacionario. Y es que la actividad económica se está desacelerando a escala global (tanto en las economías avanzadas como en las emergentes), encontrándose Europa en el epicentro de la tormenta.

El riesgo de una recesión mundial en 2023 aumenta. El Fondo Monetario Internacional estima que los países que representan alrededor de un tercio de la economía mundial experimentarán al menos dos trimestres consecutivos de contracción este o el próximo año. Y, aun cuando el crecimiento sea positivo, se sentirá como una recesión debido a la disminución de los ingresos reales y el aumento de los precios. La temida estanflación, estancamiento económico acompañado de alta inflación, toma cuerpo. A pesar de ello, los bancos centrales mantienen, o incluso intensifican, el endurecimiento de la política monetaria con aumentos de las tasas de interés para hacer frente a la inflación.

De forma sintética decir que con respecto al PIB de Andalucía, bajamos las previsiones de crecimiento para los próximos meses a causa de la inflación y este incierto contexto global. Los datos relativos al sector servicios y a las exportaciones siguen mostrando resultados positivos. Pero por el contexto global, revisamos las previsiones a la baja con un crecimiento del PIB del 3,9% para cierre del 2022 y un solo 1,3%, en 2023, bajando considerablemente las previsiones de nuestro anterior informe, el de verano, en el que lo situábamos en el 4% y el 1,9%, respectivamente. Con respecto a España, la situación no pinta mucho mejor: un cierre de 2022 con un 4% de PIB, como mejor escenario, y no más del 1% para el próximo año. Muy alejadas de la previsión del Gobierno de España.

El mercado laboral sí muestra aún cierta fuerza. A nivel nacional, el empleo, medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, aumentaría en un 3,6% en 2022, mientras que los ocupados podrían crecer un 3,6% en 2022. Ambos datos suponen una revisión al alza debido principalmente al buen comportamiento del sector servicios. Así, la tasa de paro, que revisamos a la baja, alcanzaría el 12,4% en 2022 y el 11% en 2023. A nivel regional, en cuanto a la cifra de ocupados, este dato mejora considerablemente en 2022 y 2023. Asimismo, la tasa de paro bajaría del 20% por primera vez tras la pandemia, con una perspectiva de mejora en 2023. En cuanto a la evolución de los precios de bienes y servicios en Andalucía, no se espera una moderación de la inflación a corto plazo, pero sí en 2023 fruto del impacto de las políticas de tipos de interés del Banco Central Europeo.

Hay un dato que finalmente quisiera destacar. Y es el nivel de endeudamiento del sector público en España que superara el 6% en función del PIB este año y el 5% el próximo. Y esto hay que financiarlo. Por lo que podrá lastrar la recuperación posterior.

Como decía, estas previsiones están marcadas por un nivel de incertidumbre elevado en el contexto geopolítico internacional, que sigue provocando una desaceleración de la economía global. ¿Quién tendrá razón? Saberlo es complicado con un escenario de altísima volatilidad por la evolución de la inflación, el alza de los tipos de interés, el comportamiento alcista del precio de la energía y la guerra en Ucrania. Estamos, como con los partes meteorológicos, en primavera u otoño, que es cuando más difícil es acertar con las previsiones.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky