
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), la institución encargada de velar por la sostenibilidad de las cuentas públicas, adelanta que sus previsiones macroeconómicas se tornan de rojo. Tras avanzar un tercer trimestre de estancamiento de la actividad económica, la AIReF alerta de la posibilidad de que la economía española mantenga tasas negativas por dos trimestres consecutivos, el cuarto de este 2022 y el primero del próximo 2023, cayendo a recesión técnica.
Ante estos presagios de la institución presidida por Cristina Herrero, la AIReF confirma que España no será capaz de evitar el contagio del frenazo económico europeo, con Alemania, la locomotora europea, como principal motor gripado. Eso sí, Herrero trató de diferenciar que la previsible recesión alemana tendrá un impacto más profundo que la de España, para la que de momento vaticinan dos trimestres en negativo.
La caída de la economía española a recesión supone un obstáculo más en la recuperación de los niveles previos a la pandemia. Sin embargo, es la confirmación de una tendencia de desaceleración latente. Para este mismo trimestre, al igual que deslizó un directivo del INE el pasado viernes, la AIReF espera que el crecimiento tienda al cero, con cierto margen de error.
Es decir, que la AIReF observa ya un estancamiento económico y avisa de que la actividad retrocederá hasta primavera según estas primeras estimaciones.
"En este tercer trimestre del año el crecimiento del PIB podría situarse en torno a cero o algo positivo, pero desde luego, muy, muy próximo al estancamiento", explicaba la directora de la División de Análisis Económico de la AIReF, Esther Gordo, en la presentación del Informe sobre las Líneas Fundamentales de Presupuestos 2023 de las Administraciones Públicas (AAPP).
El invierno europeo al acecho
La AIReF realiza una estimaciones que, máxime en la actual coyuntura, quedan sujetas a la enorme incertiumbre acerca del impacto que pueda tener el conflicto en Ucrania sobre los países europeos. El europeo es el mercado en el que fijan su foco de atención.
De cara al cuarto trimestre, el departamento de análisis económico explicaba que la primera estimación de la AIReF es que la economía caería entre un 0,2% y un 0,3%, aunque reconocía que el deterioro del resto de países europeos está siendo "muy intenso", lo que puede llevar a "reevaluar" estas estimaciones. Para el primer trimestre de 2023, las tasas serían, en un principio, similares a las del cuarto de 2022, aunque todo dependerá del contexto.
Y es que el debilitamiento del crecimiento global es generalizado, según recuerda la AIReF, y se están registrando sucesivas revisiones a la baja del crecimiento esperado para 2023, mientras que la inflación se revisa al alza. A nivel nacional, el Banco de España, que revisó a la baja sus previsiones de crecimiento hasta el 1,4%, siendo la primera rebaja de optimismo al cuadro macroeconómico de los Presupuestos del Gobierno de coalición.
Después llegaron más rebajas, incluso del plano internacional, que llegan incluso a vaticinar un alza del PIB por debajo del 1% el próximo año. Todo, recuerdan, sujeto a la incertidumbre que gira sobre el viejo continente.
En el caso de la AIReF, el deterioro de los mercados de exportación, los mayores precios del gas y el aumento de los tipos de interés, junto con la revisión a la baja en el crecimiento esperado para la segunda mitad de 2022, justifican su revisión a la baja del crecimiento del PIB español hasta el 1,5% en 2023, a expensas de posibles actualizaciones de esta previsión.
Inflación
En cuanto a la subida de precios, la autoridad independiente advierte de que las tensiones inflacionistas se mantienen elevadas y se extienden a un amplio conjunto de bienes, mientras los salarios se mantienen moderados. Sobre esto, el organismo explica que los salarios muestran un comportamiento contenido, lo que reduce el riesgo de espirales precios-salarios, pero refleja una pérdida de capacidad de compra notable que condiciona las perspectivas de gasto de los hogares.
De su lado, la AIReF espera una inflación del 3,9% y un crecimiento del deflactor del PIB del 4,3%. Los efectos base sobre la energía y los alimentos resta seis puntos porcentuales al crecimiento del IPC en el promedio de 2023. No obstante, se espera que la inflación subyacente mantenga crecimientos elevados (4%), apoyada en la progresiva traslación de los incrementos de costes a otros precios y en una aceleración de la remuneración de los asalariados.
Cabe destacar que estas previsiones de la AIReF se realizan bajo el supuesto de que se prorrogan las actuales medidas en vigor aprobadas por el Gobierno para hacer frente a la subida de precios y el impacto de la guerra en Ucrania. Sin medidas, según la AIReF, hay un riesgo al alza de 1 ó 1,5 puntos porcentuales en 2023 en términos de IPC.
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