
Las bolsas a ambos lados del Atlántico profundizaron ayer las pérdidas de la sesión del viernes. Al igual que la pasada semana, la factura al crecimiento económico que podría generar un acelerón de los bancos centrales para tratar de controlar la desbocada inflación (8,6% ya en EEUU) es la causa del mal desempeño de la renta variable y de otros activos de mayor riesgo, como las criptomonedas.
De hecho, el temor a una estanflación en Occidente es lo que ha llevado a que los bancos españoles caigan en bolsa, a pesar de ser uno de los sectores más beneficiados ante las alzas de tipos de interés. Y también ha provocado que Wall Street haya entrado en un contexto de mercado bajista al perder el S&P 500, su índice de referencia, el soporte de los 3.810 puntos. Un escenario al que ya se acercan las plazas europeas, con el EuroStoxx 50 cediendo un 6% desde el viernes y encaminándose al nivel clave de los 3.100 puntos. Nuestro Ibex, que a lo largo del año ha mostrado mayor resistencia, tampoco escapa a la incertidumbre y ya coquetea con los 8.130 puntos. Al igual que en EEUU, el hecho de perforar estos soportes introduciría a Europa en un mercado bajista, lo que abriría la puerta a caídas adicionales superiores al 10%. A pesar de ello, los descuentos que ahora presentan las cotizadas suponen una oportunidad para los inversores.
La inflación desbocada y la agresividad de los bancos centrales acerca a Europa a un contexto de mercado bajista
Es cierto, que el devenir del mercado dependerá de la capacidad de los bancos centrales (esta semana se reúne la Fed) para embridar la inflación sin dañar la economía. Pero si se logra, se originará un importante repunte de la renta variable en el medio plazo que generará elevados réditos a todo aquel que compre los títulos ahora. Ahora bien, el inversor debe ser consciente que el riesgo actual del mercado es considerable.