Escuché hace poco a Pedro Sánchez decir lo siguiente: "Seamos serios. Aquí va a haber un gobierno de coalición de la derecha con la ultraderecha, o un gobierno de centro-izquierda con el PSOE y lo que represente al espacio de Yolanda Díaz.
¿De centro izquierda con Podemos y los separatistas dentro?
Es indudable que Sánchez sigue agarrado a la idea (¿mediática?) de que España está políticamente dividida en dos y sin comunicación posible entre ambas partes. El primer bloque muy escorado a la derecha (PP+Vox), el segundo solo muy levemente situado en el lado contrario, hasta el punto de que no lo denomina "izquierda" sino centro-izquierda.
Y uno se pregunta: ¿en ese centro-izquierda están o no están los separatistas catalanes y vascos? Sánchez no dice nada al respecto, pero cuenta con ellos y no sólo para aprobar los Presupuestos, también para operaciones tan nefastas como el ataque que ha perpetrado contra el CNI hace poco tiempo. Y desde luego, no es este el primer ataque contra las estructuras del Estado de la mano de los separatistas.
Paremos un momento en ese espacio que Sánchez atribuye a Yolanda Díaz, pero antes escribiré a favor de esta señora. Una cosa es ella como persona y como política y otra muy distinta es el posible espacio que electoralmente pueda ocupar. Doy la palabra a Francesc de Carreras:
"Su papel negociador en el difícil trance de la reforma laboral ha sido su mayor logro, aunque también lo ha sido la complicada gestión de su ministerio durante el prolongado estado de alarma. Quizás su nota más distintiva es que pertenecía a Unidas Podemos, pero no era de Podemos, ni orgánicamente -es del PCE- ni por mentalidad y manera de hacer".
Verdad es que Yolanda Díaz poco tiene que ver con personajes como Irene Montero o Belarra, pero de eso a que pueda disponer de un espacio electoral propio hay mucho trecho, porque su espacio tiene muchos problemas para nacer. El espacio de Podemos está prácticamente destruido y el resto está tan dividido que no parece fácil arreglarlo: el reciente episodio de las próximas elecciones andaluzas desacredita este espacio y llega hasta la caricatura.
Ese espacio de izquierda que antes agrupaba Unidas Podemos presenta tres listas electorales en Andalucía con 11 marcas y un puñado de satélites. Son: "Por Andalucía" (Más País, Podemos, IU, Equo y dos más), "Adelante Andalucía" (Anticapitalistas ex-podemitas de Teresa Rodríguez y Kichi, y tres más) y "Andaluces Levantaos" (Andalucía Por sí, Andalucía entre todos, Ganemos Chiclana y cuatro más). Como se ve, un batiburrillo disperso que difícilmente podrá recuperar el espacio de esa izquierda en Andalucía.
Pienso que ese supuesto espacio de Yolanda Díaz es el antiguo espacio de la socialdemocracia; es el espacio que el PSOE deberá reconquistar cuando Sánchez se vaya de una vez por todas. Por cierto que a ese PSOE reconstruido no le vendrían mal personas como Yolanda Díaz y otras de textura semejante.
No sé lo que pasará con el PSOE cuando Sánchez salga de la Moncloa, pero si se quiere recuperar su espacio socialdemócrata tendrá que cambiar muchas cosas y, en primer lugar, desechar las falsas primarias, que sólo traen desgracias: el caudillismo y un sistema de selección de élites verdaderamente detestable. Además, olvidarse de nuevos feminismos y de ecologismos destructores.