
Un tercio de los centros comerciales españoles ve cómo los locales cerrados ocupan un 20 por ciento de su superficie disponible para los clientes.
En este vaciamiento influyen la desaceleración del consumo y la acumulación de un gran número de establecimientos semejantes, fruto del boom que este tipo de comercio vivió en las últimas décadas. Sin embargo, EEUU muestra que hay fuerzas de mayor calado actuando. En la primera potencia del mundo, los centros comerciales pasaron de ser la opción favorita de los compradores a perder la carrera frente al comercio electrónico.
Ese fenómeno se repetirá en España si el sector no se reconvierte, tanto en su política comercial, como a la hora de ofrecer valor añadido en forma de oferta de ocio o de zonas de esparcimiento.