El Congreso rechazó los Presupuestos, una situación que solo se ha dado dos veces en la democracia española. Pese a lo inusual del caso, la prórroga de las Cuentas de 2018 evita la parálisis. Ahora bien, sería ingenuo negar que la ausencia de Presupuestos entraña problemas, sobre todo en un año como 2019.
Ya es una realidad que el gasto aumentará en 3.000 millones por medidas como el alza salarial a los funcionarios. Mientras, el incremento en la recaudación que las Cuentas preveía, 4.000 millones, se frustra. Queda así abierto un agujero de 7.000 millones que, aun cuando no disparará el déficit por encima del 3%, lo situará cerca (2,4) en un año de desaceleración. En este contexto, todo indica que un adelanto electoral es la solución para evitar mayores riesgos.
