
El reciente acuerdo de la Comisión del Pacto de Toledo para volver a vincular las pensiones al IPC de modo indefinido ha causado sorpresa en las principales instituciones internacionales. Bruselas expresó su preocupación sobre el efecto que tendrá en el ya abultado déficit de la Seguridad Social. También el FMI y la OCDE se muestran preocupados por el impacto de una medida costosa por sí sola, pero que, además, llega en un momento de clara reactivación de la inflación.
Como el dato adelantado de octubre revela, los precios ya acumulan seis meses creciendo más del 2%. Si una cifra así se suma al 3% que el gasto en pensiones sube cada año, solo por efecto del envejecimiento demográfico, el resultado es una carga inasumible para el sistema de pensiones.