El Santander emprende una honda reforma de su cúpula. En 2019, su consejero delegado, José Antonio Álvarez, cederá el puesto al banquero de inversión Andrea Orcel, procedente de UBS.
No es un arrinconamiento de Álvarez, una acción que habría sido injusta para quien pilotó operaciones clave, como la histórica ampliación de 2015, capaz de impulsar de modo firme los ratios de capital de la entidad.
Ahora, Banco Santander, afronta otros retos como la transformación digital o, al igual que el conjunto del sector, la elevación de su rentabilidad. Orcel, gracias a su buen conocimiento de la entidad (asesor desde el año 2000) y su amplia experiencia en el sector financiero europeo y americano, cuenta con las credenciales para asumir la tarea.
