Los analistas esperan que en 2019 la rentabilidad por dividendo de la banca española supere el 5% de media, más de una década después. La mejora del beneficio y el excesivo castigo al sector sustentan la estimación.
También debe valorarse la buena marcha que el negocio bancario presenta, al registrar en mayo las primeras subidas de la cartera crediticia para hogares en siete años.
Todo ello, unido al alza de tipos anunciada por el BCE tras el verano de 2019, sin duda impulsará la rentabilidad de la banca y la de sus pagos a los accionistas.
El dividendo, por tanto, elevará el atractivo del sector en bolsa. Pero además lo hará de forma real, debido a la acertada decisión de las entidades de abandonar el pago en scrip, que perjudica al accionista al diluir su participación.
